Artista callejero de Bogotá ultima cuadro para el Papa
El artista Diego Arcila Grajales da las últimas pinceladas al cuadro de la Virgen de la Medalla Milagrosa que quiere entregarle al papa Francisco cuando este visite Colombia y que pinta desde hace semanas ante la atenta mirada de curiosos y turistas en una céntrica calle de Bogotá.
"Si pudiera hablar con el papa Francisco le pediría que me bendijera las manos para poder seguir con mi labor", dijo a Efe el pintor, que asegura llevar más de seis años trabajando en esta obra que espera entregarle al Sumo Pontífice cuando visite Colombia entre el 6 y el 10 de septiembre próximo.
La obra de Arcila Grajales es una imponente virgen que su autor describe como "la reina madre universal de la paz" y que tiene elementos característicos y "virtudes" de otras apariciones marianas como la de Guadalupe, que genera enorme fervor entre los católicos latinoamericanos, sobre todo en México.
La obra es un imponente óleo de gran tamaño enriquecido con colores vistosos y una gran variedad de detalles y símbolos alusivos a Colombia y a América Latina, como flores, hojas, estrellas y rayos de luz.
"La obra tiene un sentido más que todo religioso y político relacionado con la paz. Tiene mucho colorido, que lo compromete con el medio ambiente y tendrá frases alusivas al Santo Padre en la parte baja que él mismo expresó a favor de la paz de Colombia", abundó el pintor mientras los viandantes del centro de Bogotá se tomaban fotos con la obra y le felicitaban por su iniciativa.
Colombia ultima los preparativos a la espera de la llegada del papa Francisco al país, que se convertirá en el tercer pontífice que pise tierras colombianas después de los viajes que hicieron Pablo VI en 1968 y Juan Pablo II en 1986.
"Empecé a pintar en el año 2000, tenía un almacén de artículos religiosos en Medellín y de tanto visitar iglesias y reparar santos se me fue mecanizando. Fui observando y al final gravé en mi mente lo que luego puse en práctica con lápices y plumillas", manifestó el artista mientras señalaba cada recoveco y miniatura de su obra.
Preguntado sobre el origen de su vocación religiosa, el pintor mencionó emocionado su familia más cercana.
"En parte viene por mi hermana de sangre que está en un convento en Caldas (centro). Ella tuvo un percance en su juventud y tuvo una conversión religiosa. También lo hago como promesa por la muerte de mi hermano en 2014", añadió.
Arcila Grajales explicó además que esta obra, que pinta a la intemperie a las puertas de un popular supermercado del centro de la capital colombiana y a escasos metros de la Plaza de Bolívar, despierta la curiosidad de los turistas y el fervor de los creyentes, que en muchas ocasiones se arrodillan para rezar ante la virgen.