Saulo de Tarso: Cómo fue que el mayor perseguidor de cristianos terminó convirtiéndose en el apóstol Pablo
Historias de Semana Santa
De perseguidor de cristianos al apóstol Pablo amado por Jesús.
La transformación de Saulo es considerada la conversión más importante de los últimos dos mil años para los devotos cristianos. Pero, ¿quién fue Saulo de Tarso y como se convirtió en el apóstol Pablo?
La fecha exacta del nacimiento de Saulo (Shaúl, en hebreo) no es precisa, pero los historiadores lo situan entre el año 5 y 10 (d.c.) en Tarso, en la región de Cilicia, en la costa sur del Asia Menor, lo que hoy es Turquía. En la literatura bíblica, Saulo es considerado el perseguidor más encarnizado del cristianismo. Era un hebreo fanático, un líder religioso, descendiente de la tribu de Benjamín. El hecho de haber nacido en Tarso le dio la oportunidad de estar en contacto con una de las culturas más avanzadas de su tiempo. Tarso era una ciudad universitaria que se destacaba por su cultura y su escuela de filosofía.
A través del libro de Hechos de los Apóstoles conocemos a Saulo, un judío que respiraba amenazas y muerte contra los discípulos del Señor. Saulo creía estar sirviendo a Dios, mientras que daba muerte a aquellos que eran siervos de Jesús.
Pero, ¿qué hizo que un hombre como Pablo, que odiaba el nombre de Jesús, que perseguía y asesinaba a los cristianos, se hiciera uno de ellos y llegara a ser el mayor propagador del cristianismo? Para muchos creyentes, la respuesta es que Saulo de Tarso se convirtió en un cristiano cuando Jesucristo se le apareció en su gloria.
Saulo era fiel devoto de la ley judía, y esto fue lo que provocó su tremendo odio contra Jesucristo y la iglesia primitiva. Saulo se sentía insultado con el mensaje de los seguidores de Cristo, no por causa de la afirmación de que Jesús era el Mesías, sino porque le atribuía a Jesús el papel de Salvador, con lo cual se le quitaba a la ley todo valor en el propósito de la salvación.
La nueva secta del judaísmo golpeaba la esencia de la formación judía de Saulo y sus estudios rabínicos. El exterminio de esta secta llegó a ser la pasión de Saulo. Apoyado por el Sumo Sacerdote del Sanedrín, Saulo inició una campaña de persecución de los nazoreos.
Ante esta peligrosa instigación, los seguidores de Jesús empezaron a dispersarse por toda la región, siendo Damasco uno de los sitios donde se refugiaron. Entonces, los jefes de los sacerdotes de Israel le confiaron la misión de buscar y hacer detener a los cristianos de Jesús en Damasco.
Antes de su partida hacia Damasco, Saulo fue a despedirse de su maestro Gamaliel y éste, que había sido testigo de parte de la vida de Jesús y respetaba profundamente a Santiago, el jefe de los nazoreos, le recriminó la lucha que había emprendido, la que calificó de abominación a los ojos de Yavé.
Conversión de Saulo a Pablo
Algunas obras de arte hablan sobre la creencia popular de que Saulo se cayó de su caballo en el momento en que un resplandor de luz cayó sobre él, mientras se dirigía a Damasco. Sin embargo, esta creencia no se menciona ni el libro de Hechos, ni tampoco en las epístolas.
Según los Hechos de los Apóstoles (9:1-9)
"Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo la voz, mas sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió."
Después del suceso vivido en el camino a Damasco, Ananías lo curó de su ceguera imponiéndole las manos. Saulo fue bautizado y permaneció en Damasco durante algunos días. Como resultado de esa experiencia, Saulo de Tarso, hasta entonces dedicado a perseguir encarnizadamente y asolar a la Iglesia de Dios según sus propias palabras, transformó su pensamiento y su comportamiento.
Se preparó a fondo para iniciarse en ese nuevo camino: el de Cristo. No sin antes sufrir el desprecio y odio de los judíos ortodoxos que ahora lo consideraban un traidor, pero también el rechazo de quienes antes había perseguido a mansalva. Solo Pedro y Santiago (con mucho recelo) accedieron a escuchar el relato sobre su encuentro con Cristo y su conversión.
Sin desanimarse, regresó a Tarso por orden de Santiago. Allá, lejos de Judea, comenzó a predicar el mensaje de Jesús a judíos y gentiles. Como Saulo era tan bien versado en la cultura y el pensamiento helénico con gran dominio del idioma griego, logró expandir las enseñanzas de Cristo sobre la población de judíos helenizados y gentiles que usaban mayoritariamente el idioma griego.
Al traducir el mensaje al griego, el idioma de la mayoría de los viajeros, usaron la palabra que significaba consagrado: Kristos. Y así nació la denominación con la que se conocerían desde entonces los creyentes en Jesús: los cristianos; los "ungidos o consagrados por Dios".
Desde entonces Pablo fue un hombre verdaderamente nuevo y totalmente movido por el Espíritu Santo para anunciar el Evangelio. Saúl desde ahora se llamará con el nombre romano: Pablo. Ambos nombres tienen un significado claro: Pablo significa "hombre de humildad", y el significado de Saulo es "aquel que ha sido pedido al Señor".
Uno de los episodios que relata el libro de Hechos de los Apóstoles es el acontecido con Estéban, un diácono escogido por los judíos helénicos para distribuir comida y caridad entre los miembros más pobres de la comunidad de la iglesia primitiva y que siendo fiel creyente de la doctrina de Jesús, se granjeó la enemistad de varias sinagogas por sus enseñanzas. Fue enjuiciado y sentenciado a la lapidación. Su martirio fue contemplado por un joven Saulo de Tarso que para ese entonces, aprobó con beneplácito la lapidación de Estéban.
Explicación científica del encuentro con Jesús
Trabajos investigativos han intentado explicar este fenómeno a través de estudios científicos que sostiene que este fenómeno podría tratarse de un ataque epiléptico, sugiriendo que su visión y experiencias extáticas pudieron ser manifestaciones de epilepsia del lóbulo temporal. También, se ha dicho que podría haber sufrido un delirio como consecuencia de una insolación.
Dillman Bullock sugirió hasta seis posibles causas de la ceguera de Pablo en el camino a Damasco: oclusión de la arteria vertebrobasilar, contusión occipital, hemorragia vítrea secundaria/desgarro de retina, lesión causada por un rayo, intoxicación por Digitalis, o ulceraciones (quemaduras) de la córnea. Con todo, el estado de salud física de Pablo de Tarso permanece desconocido.
En cualquier caso, con independencia de si la visión en el camino de Damasco fue milagrosa o si tiene explicación científica, el resultado es que Saulo de Tarso, tuvo un testimonio que lo marcó para el resto de sus días.
***Esta nota fue realizada con información del sitio web www.monografias.com***