El quinto encierro de los sanfermines, más emocionante, acaba con un corneado
El quinto encierro de los sanfermines, una de las fiestas más populares de España, fue este jueves menos rápido que los anteriores y con más emoción, ya que la manada de toros corrió estirada y permitió la actuación de los corredores, uno de los cuales resultó corneado.
Los astados, de la ganadería madrileña de Victoriano del Río, protagonizaron un encierro de 2 minutos y 50 segundos, el más largo de estas fiestas, principalmente porque el último de toros permaneció durante algunos segundos despistado en el coso taurino hasta que los auxiliares de la plaza lo introdujeron en chiqueros.
A lo largo de todo el recorrido por el centro de Pamplona (norte), desde los corrales hasta el coso taurino, la manada estuvo comandada por dos veloces cabestros (toros mansos que acompañan a los bravos en el recorrido), que provocaron numerosas caídas.
Según el primer parte médico, entre los corredores ha habido seis heridos, cinco por contusiones y uno, un varón español de 27 años, que recibió una cornada en un brazo.