Pierre Bergé se desprende de su biblioteca personal

Pierre Bergé / AFP
Efe
13 2015 - 18:30

El empresario Pierre Bergé, quien fuera pareja y socio del modisto francés Yves Saint Laurent, recaudó 11,68 millones de euros por las piezas de su valiosa biblioteca personal, en una subasta de cerca de 150 obras que en algunos casos tienen hasta seis siglos de antigüedad.

Bergé subastó parte de los 1.600 libros, partituras musicales y manuscritos de los siglos XV al XX, que pretende ir vendiendo durante los dos próximos años.

Obras de filosofía, política, botánica o jardinería, junto a grandes clásicos de la literatura, conforman una colección que ofrecerán al mejor postor las casas Drouot y Sotheby's. El manuscrito de "L'éducation sentimentale", de Flaubert, fue vendido por 470.000 euros, el más caro de la venta que tuvo lugar hoy.

Un dibujo de tinta y acuarela de Víctor Hugo, que representa una torre gótica en ruinas, fue adquirido por 400.000 euros, pese a que su estimación más alta era de 80.000.

La primera edición de las "Confesiones" de San Agustín, de 1470, fue adjudicada en 260.000 euros.

La colección, abierta a obras internacionales, en gran parte en su idioma original, fue recopilada por el empresario a lo largo de cinco décadas, y según Drouot "restituye el itinerario de una vida singular".

Voltaire, Lord Byron, Céline, Molière, Émile Zola, Oscar Wilde, William Shakespeare, Victor Hugo o Jane Austen, son algunos de los autores que integran la biblioteca.

Bergé comenzó a desprenderse de las riquezas que acumuló junto a Saint Laurent tras la muerte del modisto en 2008.

Un año después, subasto una colección de arte con la que recaudó 374 millones de euros, y 1.200 muebles y objetos diversos, de la maleta al cenicero, que habían decorado la intimidad de la pareja.

El pasado septiembre, puso a la venta una colección de 180 objetos antiguos de arte marroquí que había atesorado con Saint Laurent y Bergé a lo largo de sus vidas, y ahora le ha llegado el turno a la biblioteca.

A sus 85 años, el también mecenas se dispone a ceder su propiedad, según explica en declaraciones recogidas por el diario "Libération", porque "cree en la virtud de las subastas", y porque "uno nunca es verdaderamente propietario de una obra de arte".

Al mismo tiempo, reconoce en el catálogo que "no es fácil separarse de amigos de hace más de 40 años", entre los que incluye un ejemplar de "David Copperfield" que perteneció a Dickens, y que considera fue el primer libro que "verdaderamente" leyó, cuando tenía nueve años.

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