Los artistas Pedro Paricio y Pablo Picasso, cara a cara en Londres
El artista canario Pedro Paricio y el malagueño Pablo Picasso compartirán desde el 9 de marzo algo más que sus iniciales con la exposición que alberga la Halcyon Gallery de Londres en la que se exhibe la reinterpretación que hace el artífice contemporáneo de las obras maestras del precursor del cubismo.
Con el título "Paricio-Picasso", la muestra se presenta como un diálogo de pregunta-respuesta en el que Picasso es quien formula el enunciado con su arte y Paricio quien responde con el estilo "pop" y la geometría colorida que caracteriza a sus trabajos.
Pedro Paricio (Tenerife, 1982) aceptó el reto de "enfrentarse" a Picasso hace más de dos años, cuando comenzó a interesarse aún más por la carrera artística del malagueño y, especialmente, por una de las técnicas que quería empezar a desarrollar: el grabado, según contó hoy el artista a Efe durante la inauguración.
Para Paricio, que se licenció en Bellas Artes en 2006 en Barcelona, el genio del siglo XX siempre ha sido un referente en su trayectoria y su intención con esta exposición nunca ha sido la de superarlo, sino más bien la de afrontarla como un reto personal para aprender de él y ser capaz de reinterpretar las obras del maestro con su propia voz.
"Picasso es un referente tan potente para mí que mi relación con él es como la que uno tiene con su padre: por un lado, lo amas pero, por otro, quieres demostrarle que puedes llegar a ser tu mismo", expresó el artista.
El resultado de todos esos meses de trabajo "desayunando, comiendo y cenando Picasso" en su estudio de Tenerife es la creación de un total de 28 pinturas, 8 esculturas, diez obras en papel y una serie de grabados que se contraponen a las láminas y cerámicas originales de Picasso.
El cara a cara con el padre del cubismo le ha enseñado a Paricio a no olvidar, a su juicio, una de las máximas que debe tener siempre en mente un autor: la libertad creativa.
"Es un error decirle a un artista lo que tiene que hacer, lo primero es la creación y, aquí, el que crea debe realizar lo que él cree y ser honesto consigo mismo. Picasso, por ejemplo, siempre hizo lo que le dio la gana", manifestó Paricio.
En "Paricio-Picasso", el artista se enfrenta a obras como la del Guernica, una de las pinturas más influyentes de Picasso, haciendo una deconstrucción del cuadro en siete viñetas diferentes como su forma de expresar que la realidad está "hecha pedazos".
"Hoy en día el mundo está deconstruido y es muy difícil que las personas se pongan de acuerdo en una opinión por el efecto Internet, por eso decidí pintar historias individuales de lo que es un conjunto narrativo como el Guernica que muestren a su vez las diferentes visiones que conviven actualmente", explicó Paricio.
Entre las reinterpretaciones del artista destacan también títulos famosos como "La familia acróbata", "Los amantes", "Bañista" o "Mujer de pelo rojo" -que para Picasso era rubio-, en las que el artista cuenta inevitablemente parte de su historia personal.
"Toda obra es autobiográfica, explícita o implícitamente, y en cierta manera lo que haces es contar tu punto de vista. Por eso, en mis cuadros, aparece mi musa, que es mi mujer, y mis hijos", señaló Paricio.
A lo largo de la muestra, el artista tinerfeño traduce las obras de Picasso a través de la rica paleta de colores vivos que identifica sus proyectos y que demuestran su interés por la influencia que tienen la cultura pop, Internet y la era digital sobre la pintura tradicional, una técnica que Paricio siempre ha defendido.
El arte, según el pintor, es "una carrera de antorchas en la que tú, como artista, tomas el relevo de los que están detrás en la historia, por eso, hay que estudiar qué se ha hecho hasta ahora y ver cómo se puede continuar desde ahí".
En 2011, el pintor tinerfeño ya reinterpretó las obras icónicas de grandes maestros como Velázquez, Caravaggio o Lucian Freud en su exposición "Master painters", también celebrada en Londres.
Ahora, ocho años después, "Paricio-Picasso", que podrá verse hasta el 24 de abril, pone cara a cara a ambos artistas en una muestra que conforma, al mismo tiempo, un homenaje y un diálogo con uno de los artistas más importantes de la historia del arte.