El país donde las mujeres ya no quieren tener hijos

Varios países de Asia han visto disminuir sus tasas de natalidad
Varios países de Asia han visto disminuir sus tasas de natalidad

Los tiempos cambian y la búsqueda del desarrollo profesional, están empujando a más mujeres a priorizar sus carreras antes de tener hijos. Grandes países desarrollados han visto caer sus tasas de natalidad a mínimos históricos debido a la nueva conceptualización de la familia, en donde las parejas han decidido no tener hijos y disfrutar de sus vidas y entornos profesionales.

El último censo de población de China, el único realizado en 10 años y publicado a principios de mes, muestra que los nacimientos cayeron al nivel más bajo desde la década de 1960. Ante ello, hay quien ha pedido poner fin a las políticas de control de la natalidad. Pero otros creen que eso no es lo único que los está frenando.

De acuerdo al censo, el año pasado nacieron alrededor de 12 millones de bebés, significativamente menos que los 18 millones que nacieron en 2016, el año en el que se registró la cifra de nacimientos más baja desde la década de 1960.

Si bien la población en general creció, el ritmo del aumento fue el más lento en décadas, lo que se suma a las preocupaciones de que China pueda enfrentar una disminución de la población antes de lo esperado.

La reducción de la población es problemática debido a la estructura de edad invertida, con más personas mayores que jóvenes.

Cuando eso suceda en el futuro, no habrá suficientes trabajadores para ayudar a los ancianos, y puede haber una mayor demanda de atención médica y social.

Muchas parejas jóvenes han decidido no tener hijos
Muchas parejas jóvenes han decidido no tener hijos

La política de 'solo' tener un hijo ha traído consecuencias

Pero los expertos dicen que la situación de China podría agravarse de manera excepcional dada la cantidad de hombres a los que, en primer lugar, les resulta difícil encontrar esposa, por lo que ni siquiera piensan en formar una familia.

Después de todo, existe un grave desequilibrio de género en el país: el año pasado había 34,9 millones más hombres que mujeres.

Esta es una consecuencia de la estricta política de un solo hijo, que se introdujo en 1979 para desacelerar el crecimiento de la población.

En una cultura que históricamente favorece a los niños sobre las niñas, la política condujo a abortos forzados y a que hubiera considerablemente más niños recién nacidos que niñas a partir de la década de 1980.

En 2016, el gobierno puso fin a la política y permitió que las parejas tuvieran dos hijos.

Sin embargo, la reforma no ha logrado revertir la caída de la tasa de natalidad a pesar del aumento registrado en los dos años posteriores.

Ning Jizhe, jefe de la Oficina Nacional de Estadísticas, dijo en una presentación del gobierno que una tasa de fertilidad más baja es el resultado natural del desarrollo social y económico de China.

A medida que los países se vuelven más desarrollados, las tasas de natalidad tienden a caer debido a la educación u otras prioridades, como las profesiones.

Los países vecinos como Japón y Corea del Sur, por ejemplo, también han visto caer sus tasas de natalidad a mínimos históricos en los últimos años a pesar de varios incentivos gubernamentales para que las parejas tengan más hijos.

Además, explica, en China también ha cambiado la noción de éxito, al menos para quienes viven en las grandes ciudades.

Este ya no se define por marcadores tradicionales en la vida, como casarse y tener hijos, sino que tiene que ver con el crecimiento personal.

Todavía se espera que las mujeres sean las que principalmente se hagan cargo del cuidado.

Si bien en China en teoría los hombres tiene derecho a 14 días de licencia por paternidad, es poco común que se los tomen, y más raro aún que sean padres a tiempo completo.

Esta perspectiva hace que muchas mujeres no quieran tener hijos, porque sienten que podría perjudicar sus perspectivas profesionales, explica Mu.

En las redes sociales chinas este es un tema candente. El hashtag "por qué esta generación de jóvenes no está dispuesta a tener bebés" se ha leído más de 440 millones de veces en la plataforma de microblogging Weibo.

¿Revertir la situación? Depende las generaciones presentes

Se espera que en un futuro cercano se levanten por completo las restricciones a la natalidad. Algunas fuentes le dijeron a la agencia Reuters que podría suceder entre los próximos tres y cinco años.

Otros expertos señalan la necesidad de actuar con cuidado, subrayando la enorme disparidad entre los habitantes de las ciudades y la población rural.

Por mucho que las mujeres que viven en ciudades como Pekín y Shanghái deseen retrasar o evitar el embarazo, es probable que las que viven en el campo sigan la tradición y quieran familias numerosas, dicen.

Parece que no existe una solución única para todos, pero el doctor Jiang Quanbao, experto en demografía de la Universidad de Xi'an Jiaotong, es optimista y cree que aún es posible que China revierta sus problemas de población.

Si bien la tasa de fertilidad está bajando, es "aún elástica", porque la norma social sigue siendo la de casarse y tener hijos, indica.

Mientras haya medidas para apoyar a las familias en el cuidado infantil y la educación, por ejemplo, habrá esperanza de cambio. "No es demasiado tarde", expresa.

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