Hipódromo Juan Franco en el Panamá de ayer
La hípica en Panamá data de finales del siglo XIX, cuando emigrantes norteamericanos y antillanos llegaron a Panamá, quienes por tradición inglesa seguían las carreras de caballos.
Según informes y testimonios escritos en La Estrella de Panamá, en 1880 por Tumba Muerto, antiguo camino de la Lotería, se celebraron competencias. Otros lugares conocidos fueron la Avenida Perú en 1912, donde se corrían ‘Match Race’, y en las playas de Bella Vista también se dieron varias confrontaciones.
También en las provincias de Colón y Bocas del Toro vivieron el fervor de la hípica, con equinos y jinetes de Jamaica.
El 20 de junio de 1922 se transcribió un acta con la cual se constituyó El Club Hípico de Panamá, el que se fundó el 15 de octubre de ese año.
Raúl Espinosa es considerado como el padre de la hípica en Panamá. Mientras que Francisco Arias Paredes, Ernesto (Neco) De La Guardia, Tomás Gabriel Duque, y Nicanor de Obarrio también son considerados como iniciadores de la industria en nuestro país.
Fue el mismo 15 de octubre de 1922 cuando se iniciaron las carreras debidamente organizadas en Panamá en el desaparecido Hipódromo de Juan Franco, ubicado en el área que hoy se le conoce como Obarrio, en Bella Vista. Ese día la jornada inició a las 3:00 de la tarde con siete carreras.
La primera carrera de importancia se registró el mismo 15 de octubre de 1922, con el Handicap ‘Juan Franco’, cotejo programado para el sexto evento, ganado el ejemplar ‘Cortez’ con la guía del jinete de apellido Bilac, propiedad de Raúl Espinosa.
Tras pasados 24 años de la actividad hípica, pasó a manos del Estado debido a que la Constitución de 1946 indicaba que todos los Juegos de Suerte y Azar que originaran apuestas solamente podían ser explotados por el gobierno de turno.
Caballos de grandes garras dejaron sus huellas sobre la cancha del óvalo de Juan Franco, cuyas férreas batallas hicieron vibrar a la fanaticada, entre ellos, ‘Copiapo’, ‘Reina Mora’, ‘Microbio’, ‘Main Road’, ‘Jachal’, Támesis, ‘Amorio’ y Mosadec’.
En el Hipódromo de Juan Franco, se registró un hecho que marcó el lugar al finalizar la cartilla del 2 de enero de 1955 cuando fue asesinado el Presidente de la República José Antonio Remón Cantera, quien ante de su muerte había gestionado la construcción de un nuevo establecimiento de carreras.
En ese hipódromo la jornada culminó el domingo 8 de julio de 1956. Once carreras se corrieron en un día nublado que entristecía su despedida.
El fin de la cartilla llegó ese día, cuando cinco caballos de la clase H 1a. se alinearon en los 1,400 metros, en el Handicap Clausura, para correr la competencia que culminaría, luego de 34 años de actividad, la existencia del Hipódromo de Juan Franco, cotejo ganado por ‘Oro Purito’ con Alfredo Vásquez.
Ese mismo año se inauguró el Hipódromo Presidente Remón en Juan Díaz.
Hoy en día
El Hipódromo Juan Franco estaba donde hoy quedan las Galerías Obarrio. Donde ahora se ubica el restaurante Minimax y sus alrededores, no había nada, sino los exteriores del hipódromo. En la calle donde está la Farmacias Arrocha estaban ubicados los establos y cerca habían algunas cantinas.