Halloween, entre los disfraces y la creencia
La celebración de Halloween se ha convertido en una de las festividades más populares y difundidas del siglo XXI. Aunque la versión actual, la de los disfraces y el ‘truco o golosina’, tiene su origen en Estados Unidos y ha sido adoptada por varios países, el comienzo de esta fiesta es europeo y mucho más antiguo.
La celebración que conocemos actualmente como Halloween es una mezcla de la fiesta pagana de Samhain y la fiesta religiosa del Día de Todos los Santos.
Según la historia, los pueblos celtas de Irlanda tenían, la noche del 31 de octubre, un festival conocido como Samhain (pronunciado “sow-in”) que significa “fin del verano” y que celebraba el final de la época de cosechas y el comienzo de un nuevo año celta, que coincidía con el solsticio de otoño.
Desde la perspectiva de la religión wiccan, y tal como pasaba en muchas otras religiones del mundo antiguo, esta fiesta representaba la muerte y renacimiento de su dios, al igual que lo hacían los campos y la naturaleza. En esa noche, se creía que la puerta entre el mundo de los espíritus y el de los vivos quedaba abierta, por lo que los fantasmas de los difuntos vagaban libremente y el poder mágico de los druidas crecía debido a esta conexión con el mundo astral.
Era costumbre utilizar nabos llenos de carbón ardiendo como faroles para guiar a los familiares fallecidos y asustar a los espíritus malvados. Además, los niños recogían presentes de todas las casas para ofrecérselos a los dioses y los entregaban a los druidas para que realizaran un ritual sagrado en el que, según parece, los sacrificios humanos y animales eran un elemento muy importante.
Los irlandeses fueron los encargados de trasladar esta terrorífica celebración a Norteamérica durante la 'Gran Hambruna'. El primer desfile masivo con motivo de Halloween se celebró en Minnesota en 1921. Fue entonces cuando esta festividad alcanzó su máximo esplendor hasta el momento.
La versión cristiana de esta festividad está muy difundida en países europeos como España o en otros latinoamericanos como México, donde se adaptó a las costumbres mayas y acabó por derivar en el "Día de Muertos".
En el siglo XIX, cuando la nueva forma de celebrar Halloween empezaba a estar asentada, se decidió cambiar los nabos por calabazas debido a que era más fáciles de tallar y a que había un excedente de calabazas.
En la actualidad
Es una celebración orientada en un principio a los niños, pero ahora los jóvenes y adultos también pueden disfrutar de esta noche en discotecas y bares que ambientan sus locales con las temáticas más terroríficas.
Esta fiesta ha servido de inspiración a los cineastas al realizar las películas de terror como "La noche de Halloween" de John Carpenter.
Según un sondeo realizado en las redes sociales de @tvnnoticias, algunas personas dicen que no celebran esta fiesta por no ser panameña, mientras otros se refieren al tema religioso y que da cabida a que se cometan hechos delictivos.
Mientras que los que sí la festejan, consideran que es una festividad divertida, que permite liberar la imaginación.