Art Basel Miami Beach, una cita insolente que anuda arte y espectáculo

Una escultura de neon del artista Karl Holmqvist es una de la obras de arte que muestra la Galería Gavin Brown en el marco de la Feria Art Basel Miami Beach 2015, en esa ciudad floridana. / EFE
Efe
02 2015 - 17:21

El gran espectáculo de las artes plásticas Art Basel Miami Beach abrió hoy sus puertas fiel a su identidad insolente de gran parque de arte moderno y contemporáneo, donde el espectáculo, el negocio y las fiestas exclusivas se confunden, anudan y brillan.

Más de 260 galerías de todo el mundo y la obra de unos 4.000 artistas modernos y contemporáneos convertirán hasta el próximo domingo el Centro de Convenciones de Miami Beach en la cita artística anual más relevante de América.

Y es que su constante y vital expansión expositiva y carácter festivo son un reclamo irresistible en Miami que atrae por igual a turistas de playa y noche, ávidos coleccionistas, marchantes sagaces, aficionados, críticos y comisarios de museos.

La cita mantiene imparable su poder de convocatoria. Así, en la edición de 2014, Art Basel Miami Beach registró la cifra récord de 75.000 visitantes, buena parte de ellos turistas, que abarrotaron los más de 20.000 metros cuadrados del recinto ferial, un verdadero laberinto de pasillos.

El Art Basel Miami Beach, filial de la feria principal en Basilea (Suiza), estrena nuevo director, Noah Horowitz, historiador de Arte y exdirector de la feria Armory Show de Nueva York, quien aseguró hoy en una rueda de prensa que la palabra "calidad" es el factor que define la feria.

Varios hombres observan un cuadro de Matisse en la Galería Hammer en el marco de la Feria Art Basel Miami Beach 2015, en esa ciudad floridana. / EFE

"Este año se seleccionaron 267 galerías procedentes de 32 países, pero, sobre todo, lo que caracteriza a Art Basel Miami Beach es la calidad" de la obra expuesta, expresó con convicción Horowitz.

Dijo sentirse profundamente emocionado por la "maravilla que supone su nuevo trabajo" como director de la feria: "Es increíble estar aquí, y también una gran responsabilidad".

Horowitz destacó a continuación la presencia en esta edición de más de un centenar de importantes coleccionistas de 110 países de Asia, Latinoamérica o incluso África, algo "muy importante" y revelador del tremendo interés que genera la cita.

Maestros del arte moderno y contemporáneo, así como una nueva generación emergente de prometedores artistas, plasman en la feria todo un mundo de propuestas de primer nivel que abarcan la pintura, escultura, instalaciones, fotografía, cine, vídeo y arte digital.

La reconocida galería de Zurich Gmurzynska, que cumple medio siglo de existencia, exhibe en su paredes la mayor concentración posible de maestros del siglo pasado.

El lienzo "Retrato de José Capelo" (1987), del británico Francis Bacon (1909-1992), es una de las joyas de la galería. Su precio: 3,6 millones de dólares.

Junto al retrato de Bacon, obras del cubano Wifredo Lam (1902-1982), figura esencial del arte moderno; la pieza "Femme I", del maestro español del surrealismo Joan Miró (1893-1983), o piezas de collage y gouache de la artista rusa Vera Stepanova (1894-1958), miembro del movimiento constructivista.

Desde una esquina, un esqueleto vestido de pirata dentro de una barca mira con sorna al visitante. Es la obra "Rum Run", del transgresor artista estadounidense Robert Indiana.

La novísima sección Survey ha seleccionado 14 prestigiosas galerías de todo el mundo con artistas como el chino Wang Jinsong, en la galería Beijing Art Now, que muestra varias pinturas figurativas sobre acrílico, entre otras "Killing a fish" o "Boring Meeting".

Una mujer pasa al lado de un piano cubierto de llaves, obra de Nari Ward, en el marco de la Feria Art Basel Miami Beach 2015, en esa ciudad floridana. / EFE

Otra referencia asiática es Shinjiro Okamoto, pionero del Pop Art en Japón. Tokyo Gallery BTAP exhibe obras tan seminales como "Wooden Clog Memorial Service" o "Silver Dragonfly".

Otra parada obligada de esta sección para apreciar el mejor pop art es la galería Garth Greenan, con siete de las más icónicas pinturas de la estadounidense Rosalyn Drexler, entre ellas "The Defenders" y "The Dream".

Los ávidos buscadores de las nuevas corrientes contemporáneas pueden enfilar por el laberinto de pasillos del recinto ferial a la sección Nova, con galerías que presentan los más recientes trabajos de estudio de dos o tres artistas.

La impactante serie "La arquitectura de la soledad", del colombiano Nicolás Bacal, o la "Serie Álgebra Su", a base de hollín sobre papel de revistas, del argentino Tomás Espina, son excelentes muestras del empuje de los creadores latinoamericanos.

Emily Sundbland, en la galería Algus Greenspon, con su serie de tauromaquia, es una atractiva apuesta.

El espacio Kabinett, con una veintena de galerías y uno de los más veteranos de la cita, apuesta por exhibiciones temáticas de figuras consagradas y de artistas en solitario.

Sobresalen en él el estadounidense Chris Burden (1946-2015), una desaparición reciente que encuentra su homenaje póstumo en el espacio que le dedica la galería Krinzinger al exhibir su "Coyote Stories" con textos, una foto-documentación y otros materiales.

También el jamaicano Nari Ward, radicado en Nueva York, presenta instalaciones a gran escala que quieren ser una crítica del poder de las estructuras sociales, por ejemplo su "Spellbound" (2015), un piano viejo del que cuelgan millares de llaves usadas bajo una mortecina luz azul de bombilla.

Pocos preveían en la primera edición de la muestra, en 2001, que en torno a esta cita cristalizara un sin número de "ferias satélites", de fiestas privadas, cenas lujosas y juergas nocturnas, de actos al aire libre y restaurantes y hoteles pescando en el caladero de los visitantes y turistas.

Champán, arte y playa han derivado en sinónimos en la celebración de Art Basel Miami Beach. Los profesionales del sector deben acostumbrarse a esto, a interpretar la feria en clave "Las Vegas".

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