¡Costosa y riesgosa! | Este es el valor de la polémica cirugía para cambiar el color de los ojos

Las cirugías estéticas cada vez son más recurrentes y tecnológicamente adaptables a las necesidades e incluso a los requerimientos riesgosos de las personas. Es así como una de ellas se ha popularizado últimamente en Colombia, el cambio de color de ojos.

Este procedimiento altera el color natural de los ojos por medio de una cirugía en la que se inyecta un elemento en el iris que genera un cambio en el tono. Sin embargo, no quiere decir que no tenga ningún tipo de riesgo.

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Lo que inició con una apariencia diferente en el matiz de los ojos por medio de la puesta de lentes de contacto de color temporales avanzó a querer que el cambio sea permanente y no sea necesario un plástico, por lo que existen en la actualidad dos tipos de procedimientos quirúrgicos que lo proporcionan; uno de manera temporal y el otro permanente.

1. Queratopigmentación: se trata de un procedimiento quirúrgico invasivo que consiste en inyectar pigmento en el iris para oscurecerlo o cambiarlo de color. Se realiza un pequeño orificio en la córnea y se introduce el pigmento. Este procedimiento tendría un valor de 12 mil dólares en la actualidad.
2. Iridoplastia láser: también es un procedimiento quirúrgico, pero menos invasivo que la queratopigmentación. A través de un láser se destruye la melanina en el iris, lo que aclara el color de los ojos.

Los precios de los procedimientos varían según factores como la clínica, la ciudad e incluso el cirujano. Aun así, no deja de representar un costo elevado que no solo se extiende a lo monetario sino al riesgo en la salud visual.

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Riesgos de la cirugía de cambio de color en los ojos

• Pérdida de visión: Los procedimientos quirúrgicos pueden dañar las estructuras del ojo, llevando a una pérdida parcial o total de la visión.
• Glaucoma: El aumento de la presión intraocular debido a la cirugía puede llevar a glaucoma, una condición que puede causar daño permanente al nervio óptico y pérdida de visión.
• Cataratas: Las intervenciones quirúrgicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar cataratas, que son opacidades en el cristalino del ojo que pueden afectar la visión.
• Inflamación e infección: Cualquier cirugía ocular conlleva el riesgo de infecciones o inflamaciones (endoftalmitis), que pueden ser difíciles de tratar y potencialmente peligrosas.
• Daño corneal: Los procedimientos pueden dañar la córnea, resultando en visión borrosa, dolor y, en casos extremos, la necesidad de un trasplante de córnea.
• Desprendimiento de retina: La cirugía podría aumentar el riesgo de desprendimiento de retina, una condición grave que requiere tratamiento urgente para prevenir la pérdida de visión.
• Rechazo del implante: En el caso de los implantes de iris, el cuerpo podría rechazar el material implantado, llevando a inflamación crónica y daño ocular.
• Dolor y molestias crónicas: Algunos pacientes experimentan dolor crónico, sensibilidad a la luz o sensación de cuerpo extraño en el ojo después de la cirugía.