Clínica en Londres rehabilita niños y adultos con adicción severa a los videojuegos
Videojuegos
Ciudad de Panamá/En el 2020 la ciudad de Londres inauguró su primera clínica estatal para combatir la adicción a los videojuegos. Hasta el momento han tenido pacientes entre los 12 y 60 años que han desarrollado esta afección a tal nivel de angustiar a la familia.
El Centro Nacional de Trastornos del Juego inició operaciones en el 2020, y desde entonces han recibido a más de 300 pacientes, 200 de ellos fueron en el 2021 y el 89% son hombres con un rango de edad 'sorprendente', así lo definió Becky Harris, quien es la directora y terapeuta familiar de la clínica.
"Comenzamos el tratamiento desde los 13 años. Tenemos niños de 12 años que han sido derivados, también supimos de padres con hijos de tan solo 8 años, pero no hemos podido tratarlos", agregó que inclusive tienen pacientes de hasta 60 años.
El trastorno relacionado con los videojuegos es una afección controvertida, definida por la Organización Mundial de la Salud por contar con tres características:
- Un control deficiente de la actividad del juego
- Priorizar el juego sobre otros intereses
- Continuar con la actividad del juego a pesar de las consecuencias negativas.
Es bien sabido que las personas que padecen de esta afección tienen dificultades para controlar sus emociones. Tienden a demostrar problemas con el control de la ira, ansiedad y experimentan bajo estado de ánimo. Además de síntomas físicos como la pérdida de sueño, debido a que usualmente se conectan en el juego por la noche para interactuar con jugadores del extranjero.
Quienes son pacientes de la clínica suelen recibir tratamiento a través de sesiones por videollamada, ya que esto les permite relacionarse con el paciente que usualmente se encuentra 'reacio' con la clínica y los psicólogos, porque suelen estar poco convencidos para comprometerse con el tratamiento. Para el personal de la salud, este tratamiento es territorio nuevo, indicó la consultora y psicóloga clínica Rebecca Lockwood.
A pesar que los videojuegos son un pasatiempo y una fuente de entretenimiento e interacción para millones de personas en el mundo, la pregunta que muchos expertos se hacen es, ¿En qué punto se cruza la línea y se vuelve un comportamiento problemático?
El profesor Andrew Pryzybylski, director de investigación del instituto, cree que los juegos en sí mismos podrían no ser el problema, el punto es que estos deben ser un hobby y no una adicción para sus fanáticos. Asimismo, Becky señaló que la clínica no está en contra de los videojuegos, únicamente intentan ayudar al pequeño porcentaje de personas que afectan su calidad de vida y su capacidad para interactuar y funcionar.