Triangle of sadness" trae por fin las carcajadas al Festival de Cannes
Festival de Cannes
Cannes/Desde las relaciones entre hombres y mujeres a las diferencias entre ricos y pobres, la película "Triangle of sadness" no dejó títere con cabeza este sábado en Cannes, donde trajo las carcajadas tras un inicio de festival sombrío por la guerra en Ucrania.
El director, el sueco Ruben Ostlund, ganó la Palma de Oro en 2017 con "The square", una película que rodó como una sátira mordaz del arte contemporáneo y que acabó convirtiéndose en parte de una trilogía sobre los males del mundo contemporáneo, junto a "Fuerza mayor" (2014, también premiada en Cannes).
"Triangle of sadness" concluye esa trilogía, y con éxito, a juzgar por las reacciones del público.
La película, dividida en tres episodios, arranca con uno de los temas que interesan al sueco: la sordidez y la desconfianza que impera entre hombres y mujeres del mundo del arte y los negocios en Occidente.
Una pareja de jóvenes modelos se pelea por quién paga la cuenta del restaurante. Ella gana tres veces más que él, algo habitual en el mundo de las pasarelas.
Estalla una disputa, y luego hacen las paces. En el siguiente episodio aparecen en un crucero de lujo, donde ella ha conseguido dos plazas gratuitas gracias a su perfil de "influencer".
La película pasa a convertirse en una tragicomedia coral, con personajes multimillonarios y extravagantes, seres humanos que navegan literalmente en un mar de dinero, sin un objetivo claro en la vida, ni siquiera el de divertirse.
Destaca el actor estadounidense Woody Harrelson como capitán del barco, con pretensiones comunistas, rebatidas por un cínico hombre de negocios ruso.
Lo que debía ser un crucero de placer se convierte en una cadena de situaciones grotescas, antes de pasar a una playa desierta, donde un puñado de supervivientes debe aprender a convivir.
Los roles se invierten y el círculo se cierra: los que antes sufrían y eran humillados se convierten en verdugos de los todopoderosos. Y el modelo Carl pasa a un estatus superior al de su pareja.
"Pienso que los seres humanos son muy sensibles a las jerarquías, estamos condicionados por el gran 'juego social' desde que nacemos", explicó en entrevista a la AFP Ostlund.
"A través de su guión, Ruben nos lleva al límite de nuestros comportamientos, nuestra moral, nuestro sentido de la decencia", añadió el actor Harris Dickinson, que interpreta al modelo Carl.