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Simon Newton, el guardaespaldas de Michael Jackson y Bella Hadid que sobrevivía con dos sándwiches

Guardaespaldas

Su trayectoria, marcada por la disciplina extrema y situaciones límite, revela un lado poco conocido del mundo de la seguridad privada.

Simon Newton
Simon Newton / Instagram @simon.newton

La vida en la sombra de las estrellas no es tan glamorosa como parece, y nadie lo sabe mejor que Simon Newton, exsoldado británico convertido en guardaespaldas de celebridades como Michael Jackson, Bella Hadid y Rita Ora.

“Recuerdo que no comí en tres días”, confesó Newton al The Telegraph, refiriéndose a una agotadora jornada durante la Semana de la Moda de Milán mientras protegía a Bella Hadid. En esas circunstancias, su única opción fue un breve descanso de seis horas tras ingerir algo de una máquina expendedora. Su rutina alimentaria dependía completamente de los horarios de sus clientes: “Tienes que asegurarte de que tu comida siempre salga antes o al mismo tiempo que la del cliente”, explicó, añadiendo que no podía compartir mesa ni distraerse un segundo.

Lejos del lujo y las comodidades que rodean a las estrellas, Newton debía conformarse con lo que tuviera a mano. Su desayuno, la única comida que podía planificar, consistía en avena con proteína de suero y plátano. En ocasiones especiales, si el trabajo lo permitía, optaba por hamburguesas sin pan y batatas fritas para la cena. Su hidratación dependía exclusivamente de agua embotellada en el vehículo, ya que, como él mismo señalaba: “Un guardaespaldas deshidratado y hambriento no es muy útil”. Además, evitaba bebidas como té y café, una costumbre que arrastraba desde sus años en el ejército británico.

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Newton no solo enfrentó multitudes eufóricas en eventos como la Semana de la Moda de París, donde debía abrir paso para que Bella Hadid pudiera moverse entre fans desesperados, sino que también vivió situaciones extremas en zonas de guerra como Irak, Afganistán y Somalia, donde participó en misiones antipiratería. Para él, la seguridad era una prioridad absoluta, sin importar el tipo de cliente: “No importa si se trata de un político, de una familia de la alta sociedad o de una celebridad. ¡Todos necesitan lavarse y usar el baño!”, afirmó en una entrevista con MailOnline, mostrando su visión práctica del trabajo.

Pero la vida de Simon Newton no siempre fue sinónimo de resistencia física. A los 18 años, pesaba 115 kg y tenía una cintura de 111 cm, lo que le impidió ingresar al ejército. “Apenas podía correr una vuelta de un poste de luz al otro: eran 30 metros”, relató. Decidido a cambiar, en 1998 empezó a correr y adoptó una dieta drástica: “Solo comía dos sándwiches al día”. Seis meses después, ya corría 16 kilómetros diarios y había perdido suficiente peso para enlistarse en el ejército a los 19 años.

Su ingreso al mundo de la seguridad privada se dio después de dejar las Fuerzas Armadas. Su gran salto profesional ocurrió cuando el equipo de Michael Jackson lo contactó para que acompañara al cantante a los World Music Awards de 2006. Los fanáticos se empujaban unos a otros con la esperanza de tocar al cantante”, recordó, describiendo el caos de proteger a una figura de ese calibre. No obstante, la fama no lo deslumbraba: “Michael estaba bien”, comentó con indiferencia.

Durante su carrera, también trabajó con figuras como Kendall Jenner, Gigi Hadid, Naomi Campbell y Rita Ora, pero siempre mantuvo una ética profesional estricta. “Si no pensara que encajaría bien, diría que no estoy disponible”, dijo, destacando que su integración en la vida de sus clientes le permitía ver su lado más humano: “Puedes ver y estar cerca de la vida cotidiana de las personas y se nota que las celebridades no son diferentes al resto”.

Después de casi dos décadas en la industria, Newton decidió retirarse en 2009. “Ya estaba harto de esto”, confesó. Su trabajo lo llevó por Europa, Sudamérica y Reino Unido, y a pesar de haber enfrentado situaciones de alto riesgo, llegó a un punto donde sintió que no había más desafíos. Fundó su propia empresa de seguridad, Askari Secure Ltd., y dejó atrás una vida de exigencia extrema.

Simon Newton es el ejemplo de cómo la disciplina puede moldear una vida entera, desde superar la obesidad juvenil hasta convertirse en el hombre que protegía a las figuras más famosas del planeta, todo mientras sobrevivía a base de agua embotellada y comidas ocasionales, y mantenía la cabeza fría incluso cuando no dormía por días.

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