Actores hambrientos, naúseas y vomitos | La verdad detrás del rodaje de 'El proyecto de la bruja de Blair'
Cine
En 1999, Dan Myrick y Eduardo Sánchez crearon del cine independiente un fenómeno de terror en sus manos: El proyecto de la bruja de Blair.
La película fue todo un éxito que, aunque invirtió una mínima cantidad de recursos, sí hizo que sus protagonistas se enfrentaran a situaciones extremas con tal de hacer del proyecto todo un éxito cinematográfico.
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En 1997 tres actores desconocidos aparecieron en un bosque con una cámara en la mano con la que gababan los supuestos eventos paranormales. Tras la publicación de la cinta lograron recaudar casi 249 millones de dólares.
Luego de 25 años de su lanzamiento, la cinta sigue siendo una de las más conocidas por los amantes del terror.
La película generó su propio universo en línea, que incluye un "documental" complementario, Curse of the Blair Witch, que investiga los "acontecimientos" de la película original, así como innumerables imitadores y parodias, y el monólogo de Heather Donahue, quien con su nariz hace una parodia.
Sin embargo, hubo muchas cosas tras la producción que poco a poco sus protagonistas han ido revelando.
El éxito de la producción radicó en que los espectadores pensaban que estaban viendo una actuación, pero no estaban seguros de que era así, lo que los obligaba a ver la cinta hasta el final, en el que también continuaba inconcluso si era actuado o no. Todo gracias a lo orgánico de las grabaciones.
"Creo que hicimos un buen trabajo y la gente se lo creyó. Eso creó este tipo de nuevo género de metraje encontrado", dijo el director Daniel Myrick y Eduardo Sánchez añadió: "Esto demuestra que la idea correcta todavía puede ser tan grande como todo lo que Hollywood tiene para ofrecer".
La película se filmó durante ocho días en Germantown, Maryland, el parque estatal Seneca Creek la casa Grogs y en el parque estatal Patapsco Valley.
"Se necesitaron dos años de esfuerzo para que pareciera que fue filmado por tres estudiantes durante un largo fin de semana", dijo Myrick.
Myrick y Sánchez escribieron un guion de aproximadamente 35 páginas que describía todo lo que les sucedía a los personajes, pero dejaron que los diálogos fueran improvisados, lo que generó mucho más estupor entre el público dado lo original que sonaba cada uno de los discursos, haciendo pensar que realmente había ocurrido todo y que se trataba de un documental.
Para ofrecer una apariencia adecuada de personas perdidas en un bosque, los actores se sometieron a situaciones en las que realmente aguantaron hambre y tuvieron hasta nauseas y vómitos por las condiciones del lugar en el que estaban.
"Estábamos camuflados y construimos pequeños escondites donde pudiéramos estar cerca de ellos y verlos. Estábamos allí, pero ellos realmente no sabían que estábamos allí", dijo uno de los actores, Gregg Hale, refiriéndose a cómo lograron que los protagonistas lucieran verdaderamente asustados.
“Todos los ruidos extraños y esas cosas son solo nosotros corriendo por el bosque. Cuando se despiertan y hay montones de piedras afuera de sus tiendas, las plantamos, obviamente. Las figuras de palitos, las colgamos. Simplemente los guiamos por un escenario las 24 horas del día, en realidad... Sacudimos su tienda, reproducimos sonidos de niños pequeños jugando afuera de su tienda, hicimos ruidos en el medio de la noche, los guiamos a esta casa loca al final; básicamente, solo interpretamos a la Bruja de Blair", agregó Myrick.
Para concluir, revelaron que actualmente se está preparando una nueva secuela de la película, que se espera cuente con la misma suerte cinematográfica que la primera.