Los secretos detrás de 'El Grinch': tortura, caos y tensión

A pesar de su éxito, lo que sucedió detrás de cámaras es tan fascinante como la propia historia del gruñón verde que roba la Navidad. Desde entrenamientos dignos de la CIA hasta tensiones en el set y transformaciones inesperadas en el elenco, esta comedia navideña esconde un mundo de anécdotas sorprendentes.

Llevar a la pantalla la icónica figura del Grinch no fue tarea fácil para Jim Carrey. El actor, famoso por su estilo de comedia física en películas como La máscara y Ace Ventura, enfrentó uno de los mayores desafíos de su carrera: un traje incómodo y un proceso de maquillaje que describió como “tortura”.

“Literalmente, me enterraban vivo en maquillaje todos los días. El primer día fueron ocho horas y media”, recordó Carrey en una entrevista con Graham Norton. La experiencia fue tan insoportable que estuvo a punto de abandonar el proyecto, pero el productor Brian Grazer encontró una solución insólita: contratar a un especialista en torturas de la CIA para enseñarle técnicas de resistencia psicológica.

“Me dijeron que hiciera cosas como comer lo que encontrara, encender la televisión, hacer que alguien me golpeara en la cabeza o fumar cigarrillos tanto como pudiera”, explicó el actor. Este último consejo, sumado al diseño del disfraz, llevó a un curioso hábito en el set: “Era este Grinch que fumaba con una boquilla enorme para no quemar el pelo falso”.

El rodaje no solo fue un desafío físico, sino también emocional. Según el maquillista Kazuhiro Tsuji, Carrey adoptó un comportamiento problemático con el equipo, posiblemente debido al estrés del proceso de caracterización.

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“Se portaba muy mal con todo el mundo. Después de dos semanas, solo habíamos rodado tres días porque desaparecía y dejaba todo destrozado”, confesó Tsuji. En una ocasión, el actor abandonó el set molesto porque el color de su barbilla no era de su agrado, lo que llevó al maquillista a ausentarse durante una semana.

La ausencia de Tsuji provocó que Carrey reflexionara sobre su actitud y prometiera cambiar. Al regresar, el maquillista puso una condición inesperada: que el estudio lo ayudara a obtener su Green Card. “Volví, y no hubo más problemas hasta el final de la producción”, aseguró.

El esfuerzo del departamento de maquillaje y vestuario no pasó desapercibido, y la película recibió un premio Oscar en 2001 por este apartado.

A los seis años, Taylor Momsen conquistó al público como Cindy Lou Quién, la inocente niña que ve más allá de la rudeza del Grinch y lo inspira a cambiar. Su interpretación la catapultó a la fama, pero lo que vino después para Momsen fue una transformación radical.

Tras actuar en películas infantiles y dar vida a Jenny Humphrey en la serie Gossip Girl, Momsen dejó el mundo de la actuación para enfocarse en su banda de rock, The Pretty Reckless, formada en 2009. Desde entonces, ha encontrado el éxito como vocalista y compositora, liderando una carrera que contrasta completamente con su imagen angelical en El Grinch.

Este año, Momsen se volvió viral tras un peculiar incidente: durante un concierto en España, fue mordida por un murciélago mientras abría para AC/DC. “Debo ser una bruja”, bromeó en redes sociales, aclarando luego que había recibido vacunas contra la rabia.

A pesar de las dificultades, el director Ron Howard logró entregar una película que sigue siendo un referente navideño. Incluso él se permitió un día en el set vestido como el Grinch, causando confusión entre los actores y el equipo técnico.