La nueva "Mission: Impossible": acción y acción para pasar un buen rato

El actor estadounidense Tom Cruise y el británico Simon Pegg durante la presentación de la quinta entrega de la saga Misión Imposible "'Mission: Impossible - Rogue Nation" junto a la ópera de Viena. / EFE
Efe
30 2015 - 09:57

El puro entretenimiento es tanto el medio como el fin de la quinta entrega de "Mission: Impossible", un cinta de acción en la que su protagonista, Tom Cruise, vuela, bucea, dispara y pelea en lucha contra un enemigo en la sombra.

"Mission: Impossible. Rogue Nation" es así un típico producto de entretenimiento, bien producido, con escenas trepidantes, su punto de humor, su villano de rostro inquietante y pocas pretensiones intelectuales.

"Creo que lo que tratamos de hacer es tocar lo suficiente el mundo real para que la película esté fundamentada en algo de realidad, pero no tanto que te recuerde tus problemas. Simplemente queremos que la gente venga a la película y se lo pase bien", aclaró a Efe sus intenciones Christopher McQuarrie, el director del film.

En "Rogue Nation" Cruise es de nuevo Ethan Hunt, el superagente de la ultra secreta agencia IMF.

El enemigo esta vez es The Syndicate, un grupo de villanos tan oscuro y misterioso que hace que su existencia sea casi un mito, lo que hace más difícil detener sus planes de cambiar el orden social mediante sutiles ataques terroristas.

Con tanta competencia de películas de acción en el mercado, McQuarrie señala que la novedad se ha centrado en crear una nueva dinámica en el grupo de espías liderado por Hunt y conocidos ya por el público, introduciendo un nuevo personaje, la misteriosa y mortal Ilsa Faust, interpretada por Rebecca Ferguson.

Uno de esos espías, que ya estuvo en las dos últimas cintas de la saga, es Benji Dunn, interpretado por Simon Pegg, y que ejerce de personaje chistoso y con los pies en la tierra que compensa tanto paisaje exótico y tanto agente invencible.

Aunque Pegg reconoce que esta nueva "Mission: Impossible" es esencialmente una "gran película de diversión" de la que disfrutar comiendo palomitas, también afirma que incluye un mensaje, y un reflejo de la sociedad actual y sus preocupaciones.

"Esta película trata mucho del villano invisible. Hasta la Guerra Fría era un gran y definido enemigo, siempre un país o un régimen. En la actualidad, es difícil identificar dónde están los malos, si es una corporación o un banco o un grupo de agentes secretos conspirando para hacer desaparecer el mundo", explicó.

Ese miedo, esa sensación de que "el enemigo puede estar en esta habitación en este preciso momento" se manifiesta también en el arte, incluso en un producto tan poco "serio" y tan de entretenimiento como esta película, explicó el comediante británico.

La trama lleva a Hunt-Cruise a jugarse la vida en medio mundo.

Se sube a un avión en marcha en Bielorrusia (una escena real que rodó el propio actor); lucha entre los bastidores de la Ópera de Viena; o bucea hasta casi ahogarse en una inexpugnable instalación subacuática en Marruecos.

El uso de imágenes creadas por ordenador ha sido reducida al mínimo y las escenas de acción, el mayor atractivo de la cinta, incluidas trepidantes persecuciones con motos y coches, fueron filmadas por los actores protagonistas.

Pese a sus 53 años, Cruise sigue apostando por rodar escenas reales y seguir haciendo él mismo buena parte del trabajo que normalmente las estrellas dejan a los especialistas y dobles.

Cinco películas y 19 años después de aquella "Mission: Impossible" con la que Brian de Palma actualizó la famosa serie de finales de la década de 1960, es difícil imaginarse a Ethan Hunt con un rostro diferente al de Cruise (que es también productor de la saga).

"No puedo imagina una 'Mission: Impossible' sin Tom. No sé cómo sería", reconoció McQuarrie.

También Pegg alabó a su compañero de reparto y aseguró que, tras la mitología de gran estrella que lo rodea, es alguien dispuesto a aprender de los demás y muy apreciado por todo el equipo.

El elemento más novedoso de esta quinta entrega de "Mission: Impossible" es Ilsa Faust, una agente británica de la que durante buena parte de la película se duda si es de los buenos o de los malos.

La actriz que la interpreta, Rebecca Ferguson, explicó a Efe que en el diseño del personaje no se usaron conceptos como mujer, sexualidad o "femme fatale", sino que la idea era crear una agente tan secreta y hábil que pueda dar réplica al mismísimo Ethan Hunt.

Esta "horma del zapato" de Hunt, interactúa con él "como si no hubieran hecho nunca otra cosa", asegura la intérprete sueca.

"Lo que me gusta de Ilsa es que es tan misteriosa y me gusta que no sabemos qué decisiones va a tomar y no sabemos cuáles serán las consecuencias de esas decisiones", cuenta sobre su personaje.

"Misión: Imposible. Nación Secreta" tuvo su presentación mundial el pasado día 23 en Viena y en las pantallas españolas podrá verse a partir del 7 de agosto.

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