El caso Mónica Lewinsky: cómo fue el mayor escándalo sexual de la década de los 90

'Impeachment': American Crime Story' se estrena este 7 de septiembre en FX

Mónica Lewinsky en el juicio contra el presidente Bill Clinton / AFP

La historia de la relación extramarital que tuvo en 1998 el presidente Bill Clinton con su pasante de 20 años, Mónica Lewinsky llega a las pantallas chicas este 7 de septiembre. El caso se recuerda como el mayor escándalo político y social de la década de los 90 que estremeció los cimientos de la Casa Blanca.

Antecedentes

El amorío entre el presidente y Lewinsky se destapó en enero de 1998, pero todo comienza en 1991, cuando Clinton era gobernador del estado de Arkansas. En aquella época, Paula Jones, una empleada estatal le denunció por abuso de poder y acoso sexual.

Jones dijo que Clinton le pidió que le practicara sexo oral en una habitación de un hotel. El presidente siempre negó la acusación y hasta obtuvo un fallo a favor de una jueza federal.

Sin embargo, en noviembre de 1998, Clinton acordó pagar 850,000 dólares a Jones para que desistiera con su demanda. La clave fue Lewinsky.

La joven Mónica se había graduado en psicología del Lewis & Clark College y fue contratada para trabajar como pasante en la Casa Blanca en 1995, durante el primer mandato de Clinton. En ese tiempo, cuando Lewinsky tenía 22 años y era una de las secretarias del Despacho Oval, comenzó a tener una relación cercana con el presidente.

La estrechez entre el Jefe de Estado de 49 años, y la becaria, de 22, era un secreto a voces en la Casa Blanca y los demócratas estaban preocupados. Para cortar la relación de raíz, los superiores de Lewisnky la trasladaron al Pentágono en abril de 1996. No obstante, a esas alturas, ya era demasiado tarde.

Los rumores del escándalo aparecieron por primera vez en enero de 1998 en una web de noticias llamada Drudge Report, pero la historia explotó en los medios convencionales cuando The Washington Post la publicó en su primera plana.

La voracidad de los medios sensacionalistas, empujados principalmente por el partido republicano, obligó al presidente a salir a dar explicaciones en una conferencia de prensa, ya histórica. Clinton no olvidaría nunca aquellas palabras y quizás en el fondo se arrepentiría de haberlas dicho:

"Quiero decirle una cosa al pueblo americano. Quiero que me escuchen, voy a decirlo de nuevo: no tuve relaciones sexuales con esa mujer, la señorita Lewinsky. Yo nunca le dije a nadie que mintiera, ni una sola vez. Nunca. Estas alegaciones son falsas. Y ahora necesito volver a trabajar para el pueblo americano. Gracias".

¿Cómo llega la historia a los medios?

Así como Mónica, en esta trama existen varios protagonistas de peso. Una de ellas es Linda Tripp, un personaje clave en toda la historia.

En 1996, Linda Tripp era funcionaria del Pentágono y rápidamente se hizo amiga de Lewinsky. La confianza que transmitía hizo que Mónica le confesara los encuentros sexuales con el presidente y cómo se sentía al respecto.

Por sugerencia de su amiga y agente literaria Lucianne Goldberg, Tripp comenzó a grabar las conversaciones telefónicas que mantenía con Lewinsky, así fue como llegó a tener 20 horas de grabación en cassette.

Tripp también persuadió a Lewinsky para que guardara algunos de los regalos que Clinton le había dado, especialmente un vestido azul que había utilizado en uno de los encuentros sexuales con el presidente y que tenía una mancha de semen. El ADN en la ropa de la becaria sería determinante en el juicio.

Linda Tripp / AFP

¿Cómo llegan las grabaciones a manos del fiscal Kenneth Starr?

Linda Tripp sabía de la denuncia por acoso a Clinton de parte de Paula Jones y también de una segunda acusación de otra ex empleada de la Casa Blanca llamada Kathleen Willey.

Cuando Lewisnky fue citada en el caso de Jones contra el Presidente Clinton, ella negó haber tenido relaciones sexuales con Clinton, lo que hizo estallar a Tripp de furia porque sabía que era mentira.

Entonces decide entregar su 'trabajo de inteligencia' (las conversaciones grabadas) al fiscal Kenneth Starr.

El 28 de julio de 1998, Lewinsky recibió la inmunidad procesal a cambio de testificar ante el gran jurado acerca de su relación con Clinton. Bajo estas circunstancias, Mónica entregó el vestido azul manchado con semen a los investigadores del fiscal Kenneth Starr, aportando así pruebas inequívocas de ADN que podían demostrar la relación a pesar de las negativas de Clinton.

Clinton admitió en un testimonio grabado ante el gran jurado el 17 de agosto de 1998 que había tenido una "relación física inapropiada" con Lewinsky. Esa tarde, Clinton dio un discurso televisado en el que reconocía esto mismo.

Starr concluyó que el juramento testimonial del presidente era falso y cometía perjurio.

Mónica Lewinsky / AFP

Es así como Clinton se convirtió en el primer presidente en sufrir un impeachment (juicio político) desde 1868, cuando Andrew Johnson logró evitar ser condenado en el Senado tras ser acusado por la Cámara de Representantes. Clinton también logró ser exonerado, aunque recibió una multa de 90.000 dólares por dar falso testimonio.

22 años después de aquella hecatombe, en marzo de 2020 se estrenó el documental "Hillary", sobre la vida de la esposa de Clinton y ex candidata a la presidencia en 2016. Allí, Bill Clinton declara, a más de dos décadas del escándalo, cómo fue el momento en que tuvo que admitirle a su pareja que le había sido infiel: "Nos sentamos en la cama y hablé con ella. Le dije exactamente lo que había pasado y cuándo, y que me sentía terriblemente". Hillary decidió perdonarlo.

American Crime Story

La propia Mónica Lewinsky será productora en la cuarta temporada de ‘American Crime Story', una serie que contará los detalles de su relación con el expresidente y que se estrena en el canal FX este 7 de septiembre.

Lewinsky consiguió convencer a la producción y a los guionistas de la serie de agregar una escena que describiera el momento en el que ella le mostró su ropa interior roja a Clinton en uno de sus encuentros en la Oficina Oval.

La trama general de la serie ‘Impeachment’ se basa en las perspectivas de tres mujeres: Lewinsky, Linda Tripp y Paula Jones.

***Con información de www.ElClarin.com***

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