Millie Bobby Brown cambió Hollywood por una granja con más de 60 animales
Mientras muchas estrellas de su generación buscan brillar en Los Ángeles, la protagonista de Stranger Things eligió una vida más sencilla, alejada de las luces y cámaras.

Desde su granja en Georgia, donde vive con su esposo Jake Bongiovi y más de 60 animales, la joven actriz de 21 años gestiona su exitosa carrera en la industria del entretenimiento sin ceder a sus exigencias tradicionales.
La fama le llegó temprano, cuando apenas tenía 10 años, gracias a su papel como Eleven en Stranger Things. Sin embargo, el fenómeno global que la convirtió en ícono también tuvo un precio. En entrevistas con El País y Vanity Fair, Brown ha confesado que la exposición mediática fue abrumadora y que el escrutinio constante sobre su apariencia y decisiones personales la llevó a alejarse de las redes sociales. “Me conociste con 10 años y mi cara ha crecido. Quise cambiarme para contentar a las masas, pero mi rostro cambia y llevo mucho maquillaje, porque es quien soy. No me vas a decir cómo ser una mujer”, afirmó en un podcast sobre el acoso en internet.
Para preservar su bienestar, decidió delegar la gestión de sus redes y establecer su hogar en un entorno rural. “No lo hago por estética. Lo hago porque lo amo”, dijo en una entrevista con Vanity Fair, desmintiendo cualquier comparación con las tendencias de “amas de casa tradicionales”.
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En su granja, Brown ha construido un santuario para los animales. Fundó la organización Joey’s Friends, dedicada a rescatar perros de refugios donde iban a ser sacrificados. De los 62 animales que la acompañan, 23 provienen de su protectora, mientras que el resto, caballos, vacas, ovejas, un burro ciego y diez perros, forman parte de su día a día. Incluso ha tomado clases de veterinaria para atender mejor a sus animales, según El País.
En una charla con Us Magazine, la actriz relató entre risas cómo su bulldog rescatada, Mama, tiene su propia cinta de correr y disfruta viendo videos de leños ardiendo. “Recibió donaciones de fans de Nicola (Peltz Beckham)”, comentó con humor.
Aunque su vida está lejos del frenesí de Hollywood, su carrera sigue en ascenso. Brown no solo protagoniza grandes producciones de Netflix, como Damsel y Estado eléctrico (esta última con un presupuesto de 320 millones de euros), sino que también ha asumido el rol de productora ejecutiva en varios proyectos.
Desde joven, ha tomado las riendas de su carrera. Fue ella quien propuso a Netflix adaptar los libros de Enola Holmes, saga en la que además interpretó a la protagonista. Su determinación ha impresionado a muchos en la industria. “Millie es una fuerza de la naturaleza: impredecible y deslumbrante”, declaró Juan Carlos Fresnadillo, director de Damsel, a El País.
Pero su faceta profesional no se detiene en la actuación. A los 15 años fundó la marca de belleza Florence by Mills, inspirada en su abuela, y a los 19 publicó su primera novela, Diecinueve escalones, basada en historias de la Segunda Guerra Mundial que le contaba su familia. Además, estudia servicios humanos en la universidad como parte de su labor como embajadora de UNICEF.
En mayo de 2024, Brown se casó con Jake Bongiovi, hijo del legendario músico Jon Bon Jovi. En Us Magazine, la actriz reveló que antes de dar el paso al matrimonio, ambos discutieron a fondo sus valores y expectativas. “Hablamos de nuestras opiniones políticas, del tipo de familia que queremos formar, del hogar en el que queremos vivir, del tipo de relación que buscamos, del tipo de carreras que deseamos. Es una decisión tan importante, y queríamos asegurarnos de estar tomando la correcta. Yo sabía que lo era. Siempre se sintió bien con él”, afirmó.
Aunque el mundo la conoce como una de las jóvenes más influyentes del cine, Millie Bobby Brown prefiere mantener su círculo reducido y su vida en la granja. “No tengo muchos amigos, por ser quien soy”, admitió a Vanity Fair. “No fui al colegio, y no soy la mejor relacionándome”.
Desde su refugio en Georgia, sigue conquistando Hollywood, pero bajo sus propias reglas. Lejos de la alfombra roja, entre pastizales y ladridos, ha encontrado la forma de equilibrar su carrera y su tranquilidad, demostrando que la fama no lo es todo cuando se tiene claro qué es lo que realmente importa.