Michael J. Fox da una lección de optimismo en el festival de cine de Tribeca
El actor Michael J. Fox dio una lección de optimismo este martes en el festival de cine de Tribeca, en Nueva York, en donde se sinceró sobre las dificultades de vivir con la enfermedad de Parkinson, que le fue diagnosticada a los 29 años, y aceptar que "cada paso es una aventura".
El público dedicó aplausos y elogios al intérprete de la mítica trilogía "Back To The Future" (Regreso al futuro) mientras este protagonizaba una charla sobre su carrera junto al también actor Denis Leary, con el que compartió bromas y una visible sintonía forjada tras años de amistad.
"Después de mi cirugía espinal fue difícil aprender a caminar, yo me pavoneaba andando sin ayuda ni bastón y entonces me rompí el húmero, que no es ninguna puta broma", espetó explícitamente el actor, quien entonces dijo aceptar que "cada paso es una aventura".
Fox publicó en 2008 un libro sobre el optimismo ("Always Looking Up: The adventures of an incurable optimist") pero, según Leary, eso paradójicamente sacó "su lado más oscuro del humor", lo que le permite exteriorizar "la rabia profunda de una buena manera" y seguir luchando.
No obstante, el intérprete, que se dedica desde hace casi 20 años al activismo y el trabajo filantrópico para financiar la investigación del párkinson, admitió que más que "vender" la idea del optimismo lo que quiere es animar a quien sufra de alguna manera.
"A veces siento que no quiero vender esto del optimismo, porque la gente tiene problemas, depresión real, y pasa por cosas en su vida que no puedo concebir. Solo quiero ir y simplemente decirles: 'Anímate", explicó.
En ese sentido, invitó a los asistentes a reconciliarse, si se da el caso, con cualquier situación "que apesta" intentando mirar "la experiencia general" y pensando "cómo encaja" dicho acontecimiento en la trayectoria vital.
"Si tengo párkinson, puede ser solo una mancha amorfa tomando el control de mi vida, o puede ser algo que puedo considerar y estar dispuesto a afrontar, y entonces pasa a tener este tamaño", dijo Fox, representando con las manos un problema que mengua.
Leary, que estrechó lazos con Fox al recibirlo como actor invitado en la serie "Rescue Me", quedó "asombrado" ante la "lección de optimismo" que acababa de dar su amigo y, conocedor del proceso de recuperación que afrontó, explicó que este no hace gala de un optimismo "estúpido", sino real.
A lo largo de una hora, los dos actores intercambiaron comentarios de admiración, especialmente de Leary hacia Fox, ya que destacó su "legado" en el mundo de la comedia y reivindicó que "no se habla de sus actuaciones dramáticas, y esa es la segunda parte de su carrera".
Fox dijo con humildad que no sabía mucho sobre actuación, más allá de lo que le han enseñado la gente y algunos profesores: "Aprendí que si te ríes, sigas riéndote, y si lloras, llora hasta que no puedas más. Hay cosas que pasan y tú simplemente sigues".
El buen humor del actor y filántropo se refleja también en los eventos de comedia que organiza cada año desde hace 18 en beneficio de su fundación, The Michael J. Fox Foundation for Parkinson's Research, y en los que después toca la guitarra en el escenario como si fuera una "estrella del rock", reveló Leary.
Precisamente ambos recordaron entre risas un año en el que el boxeador Muhammad Ali fue un invitado sorpresa y tuvo que esconderse en un armario para que Fox no lo supiera, y cuando tomó el estrado más adelante junto al mago David Blaine, lo sorprendió con sus propios trucos, que dejaron al profesional pasmado.
Preguntado por sus proyectos, Fox aseguró estar escribiendo un nuevo libro, aunque no quedó claro si lo decía en serio, al comunicar con una carcajada que se llamará "Por qué no somos un desastre".