Jesse Eisenberg recibe insólita oferta del primer ministro de Polonia

El actor jamás imaginó que una broma sobre su nueva ciudadanía polaca terminaría con una invitación oficial del primer ministro de Polonia, Donald Tusk.

Tusk le ofreció entrenamiento militar para convertirlo en un candidato ideal a interpretar al agente secreto más famoso del cine: James Bond. Todo comenzó con una anécdota que Eisenberg compartió en el programa The Tonight Show de la NBC. Allí relató que, justo después de recibir su ciudadanía polaca, se encontró con un titular que lo dejó perplejo: “Polonia ahora exige que todos los varones participen en entrenamiento militar”. El actor, conocido por su estilo neurótico y humor irónico, comentó entre risas que no esperaba tener que alistarse al día siguiente.

Su historia no pasó desapercibida. El propio primer ministro polaco, Donald Tusk, respondió directamente en un video publicado en la red social X, desmintiendo con buen humor cualquier obligación militar y lanzando una inesperada propuesta: “Querido Jesse, ¡realmente no hay nada que temer!”, comenzó diciendo Tusk. “El entrenamiento militar en Polonia es voluntario. ¡Ven a Polonia! Te daremos una formación tal que, ¿el nuevo papel de James Bond será tuyo?”, concluyó entre risas.

La respuesta del mandatario se volvió viral y, de inmediato, las redes se llenaron de reacciones que imaginaban a Eisenberg como el próximo 007. Si bien la idea nació como una broma, lo cierto es que la oferta llegó en un contexto más amplio y serio: el fortalecimiento militar de Polonia en tiempos de tensiones crecientes en Europa. El gobierno de Tusk anunció recientemente que planea entrenar a 100.000 voluntarios al año a partir de 2027, con el objetivo de ampliar el ejército nacional a 500.000 soldados, más del doble de su tamaño actual.

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Por su parte, Eisenberg, famoso por interpretar a Mark Zuckerberg en La red social, papel que le valió una nominación al Oscar, y por protagonizar cintas como Zombieland y Ahora me ves, se convirtió así en una inesperada pieza de humor político internacional.

Desde que Daniel Craig colgó el esmoquin tras Sin tiempo para morir (2021), la incógnita sobre quién será el próximo James Bond ha sido motivo de especulación constante. Amazon, que adquirió el estudio MGM y con ello los derechos creativos de la franquicia, enfrenta la presión de renovar la saga con una visión fresca.

Entre los nombres que más suenan están Henry Cavill, Aaron Taylor-Johnson, Tom Hardy y Rege-Jean Page, todos con el perfil físico y el origen británico tradicionalmente asociados al personaje. Los productores Barbara Broccoli y Michael J. Wilson, sin embargo, han sugerido que están abiertos a enfoques menos convencionales, lo que deja espacio para la imaginación… aunque probablemente no para Eisenberg.

A pesar de su talento y su versatilidad actoral, pocos ven a Jesse Eisenberg encajando en el molde del agente 007. Su perfil físico y estilo interpretativo contrastan fuertemente con la imagen imponente que han proyectado sus predecesores. No obstante, el hecho de que su nombre haya sido mencionado, aunque en tono de broma, en este debate mediático, subraya la fuerza cultural que sigue teniendo James Bond en el imaginario colectivo.

Más allá del tono cómico, la intervención de Tusk también sirvió como una sutil forma de promoción de su plan militar, utilizando una figura internacional para llamar la atención sobre un tema serio. Eisenberg, por su parte, se convirtió en una especie de embajador inesperado del debate sobre el servicio militar voluntario y la identidad polaca.

Mientras tanto, el mundo espera conocer quién será el próximo James Bond. Y aunque Eisenberg no esté entre los candidatos reales, su ciudadanía polaca y su participación en este curioso intercambio con el primer ministro quedarán como una anécdota singular que une Hollywood, política y defensa nacional en tiempos insólitos.