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Según una denuncia formal presentada esta semana, el actor habría mantenido relaciones sexuales con cinco mujeres rumanas que formaban parte de una red criminal liderada por el empresario Morel Bolea, conocido en ese país por su agencia de modelos y por autodenominarse “gurú”.
La acusación, que ha llevado a la Dirección de Investigación de Delitos de Criminalidad Organizada y Terrorismo (DIICOT) de Iasi a abrir una pesquisa penal, señala que Van Damme recibió a estas mujeres como un “regalo” durante una edición del Festival de Cannes hace aproximadamente diez años. “Jean-Claude Van Damme está acusado de haberse beneficiado de servicios sexuales de cinco chicas rumanas que se encontraban en un estado de vulnerabilidad, bajo la sospecha de ser explotadas”, confirmó su abogado, Adrian Cuculis, mediante un comunicado.
El caso toma un giro especialmente irónico al recordar que en 2012 el actor protagonizó la película 6 Balas, rodada en Rumania, en la que interpretaba a un exmercenario que rescata a jóvenes víctimas de tráfico humano. En una de sus escenas, se afirma con contundencia: “La esclavitud moderna es un gran negocio”. Hoy, esas palabras resuenan con fuerza a la luz de las acusaciones que rodean a la estrella belga de 64 años.
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Una de las presuntas víctimas ha ofrecido un testimonio detallado, asegurando que “las chicas fueron entregadas al actor” y que se sabía que “las jóvenes estaban siendo explotadas”. Las declaraciones apuntan directamente a la complicidad del entorno de Van Damme, al menos en cuanto al conocimiento del contexto de vulnerabilidad de las mujeres involucradas.
El caso se complica con los relatos de testigos como “Iuliana” , nombre que usa el medio rumano Observator para proteger la identidad de una de las jóvenes, quien asegura haber sido testigo directa del traslado de cuatro mujeres a Francia. “Alardeaban de ir a un evento de moda de Cannes. Cuando llegaron allí, se dieron cuenta de que no era así. Fueron enviadas de modo especial para Van Damme. Les dijeron que no se lo tenían que contar a nadie y que no debían sentirse insatisfechas con todo lo que había pasado”, declaró. Iuliana, que entonces era menor de edad, afirmó además que dos meses después, al cumplir 15 años, fue llevada a un evento en Mamaia, zona costera rumana conocida por el turismo de lujo, donde tuvo su primer contacto con el actor, el cual describió como una violación.
Las condiciones bajo las cuales vivían las modelos también fueron denunciadas. Según la misma testigo, el dueño de la agencia habría construido una residencia oculta, sin cobertura telefónica, donde las jóvenes no sabían cuántas eran ni por qué estaban juntas. “Cuando trataba de hablar de los hechos, me decían que Van Damme era un ‘macho alfa’ y que tenía ‘poderes sobrenaturales’”, añadió Iuliana.
Morel Bolea, señalado como el facilitador de estos encuentros, ha evitado hacer declaraciones públicas, aunque su abogado, Rares Stoica, ha rechazado categóricamente los señalamientos: “Me parece que son especulaciones fuera de contexto. No estuvo involucrado en el aprovisionamiento de personas vulnerables a Van Damme”.
El historial de Bolea no es menor. A finales de 2022 fue detenido en el marco de una investigación por tráfico de menores, aunque solo permaneció tres días en prisión antes de quedar en libertad por decisión del Tribunal de Apelación. En 2023, logró que su nombre fuera eliminado del registro de delincuentes sexuales. Sin embargo, la reapertura del caso y la inclusión de Van Damme en la investigación podrían reconfigurar el proceso.
Hasta el momento, el actor no ha ofrecido ninguna declaración pública. Mientras tanto, la Fiscalía General rumana ha señalado que se encuentra evaluando los elementos recibidos y que “ordenará las medidas necesarias, pertinentes” conforme avance la investigación.
Este escándalo marca un momento delicado para Van Damme, cuya carrera ha estado tradicionalmente asociada a personajes que combaten la injusticia. Ahora, lejos de los guiones de ficción, deberá enfrentar el escrutinio de la justicia en una historia en la que ya no interpreta al salvador, sino al acusado.