Más de 100 millones de personas vieron la pelea entre Jake Paul y Mike en Netflix

El 15 de noviembre, el AT&T Stadium en Texas se convirtió en el escenario de una noche histórica para el boxeo y el streaming.  Jake Paul, la polémica estrella de YouTube convertida en boxeador, se enfrentó al legendario excampeón de peso pesado Mike Tyson en un combate transmitido exclusivamente por Netflix.

Netflix anunció que la pelea entre Paul y Tyson, que culminó con la victoria de Jake Paul, se convirtió en el evento deportivo más visto en la historia de cualquier plataforma de streaming. Según datos combinados de la empresa de análisis TVision y las métricas internas, el encuentro alcanzó un pico de 65 millones de transmisiones simultáneas y acumuló 46.6 millones de visualizaciones totales en los días posteriores.

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Además, este éxito superó ampliamente los registros de otros eventos en vivo transmitidos por Netflix. Por ejemplo, la pelea previa entre Katie Taylor y Amanda Serrano, una de las más esperadas en el boxeo femenino, atrajo a 74 millones de espectadores globales, aunque con quejas por problemas técnicos.

A pesar del éxito de la transmisión, el enfrentamiento Paul-Tyson palidece en comparación con eventos deportivos tradicionales. Por ejemplo, el Super Bowl LVIII, celebrado en febrero, tuvo una audiencia global de 186 millones de personas, mientras que la final de la Copa Mundial 2022 entre Argentina y Francia superó los mil millones de espectadores. Incluso una pelea de boxeo entre Wladimir Klitschko y Anthony Joshua en 2017 llegó a estimar audiencias de hasta 500 millones de personas a nivel mundial.

No obstante, en el mundo del streaming, donde las cifras tienden a ser más modestas debido a la fragmentación de audiencias, alcanzar los 108 millones de espectadores es un logro impresionante.

La pelea, disputada en ocho asaltos de dos minutos con nocauts permitidos, no solo rompió récords de audiencia, sino también de pagos. Jake Paul recibió un exorbitante cheque de 40 millones de dólares por su participación, mientras que Mike Tyson, a sus 58 años, obtuvo 20 millones de dólares. Estas cifras reflejan la magnitud del espectáculo, que atrajo tanto a fanáticos del boxeo como a curiosos deseosos de ver a dos figuras mediáticas enfrentarse en el cuadrilátero.

Con este evento, Netflix demostró el potencial de las plataformas de streaming para competir con la televisión tradicional en el ámbito deportivo. Aunque el camino para igualar eventos como el Super Bowl o la Copa Mundial todavía es largo, la pelea Paul-Tyson establece un precedente significativo.