Los ecos del genocidio de Srebrenica inauguran la carrera por el León de Oro
El Festival de Venecia abrió hoy, jueves, su carrera por el León de Oro con dos dramas protagonizados y rodados por mujeres: la tragedia francesa "Amants" y "Quo vadis, Aida?", el dilema de una madre en pleno genocidio de Srebrenica.
La Mostra, en el pasado en el centro de las críticas por la falta de directoras, ha acogido este año, en su septuagésimo séptima edición, un total de ocho películas realizadas por mujeres entre las dieciocho que componen su Selección Oficial.
El negro recuerdo de Srebrenica
Una de las dos primeras cintas estrenadas este jueves fue "Quo vadis, Aida?", de la bosnia Jasmila Zbanic, ambientada en la toma de la ciudad bosnia de Srebrenica por parte de las tropas serbobosnias del criminal de guerra Ratko Mladic.
Recoge la historia de Aida (Jasna Duricic), una traductora que trabaja para las Naciones Unidas y que conoce secretos militares de primera mano al asistir a las reuniones entre los militares.
Cuando el ejército serbio ocupa su ciudad se ve separada de su familia que, al contrario que ella y como otras miles de personas, no puede acceder a los refugios de la comunidad internacional, ante la inacción de los cascos azules neerlandeses.
Su objetivo, con informaciones cruciales a su disposición, será salvar a su familia y a sus seres queridos de la barbarie y de los bombardeos aunque con no pocos problemas.
"Esta película está dedicada a las mujeres que perdieron hijos, maridos, personas que amaban, conozco familias que perdieron sesenta personas. Todos ellos con su generaciones fueron eliminadas", denunció la directora.
Zbanic dijo que hay "muchas" películas que abordan el tema desde el punto de vista masculino y por eso su intención ha sido proyectarlo desde la perspectiva de una mujer, de una madre que lucha con uñas y dientes por salvar a su familia.
La realizadora puso la nota política a la jornada con un llamamiento a defender las Naciones Unidas, dado el clima de crispación política en el mundo actual, a pesar de que entonces no fueron capaces de impedir el genocidio.
"Quisiera subrayar que no es una película contra las Naciones Unidas. Aunque quisiera que mejoraran sus prestaciones, necesitamos una institución de este tipo, si tuviéramos que inventarlo ahora no creo que tuviéramos la voluntad política suficiente para crear una institución de este tipo", reconoció.
A su petición se sumó la protagonista, Jasna Duricic quien alertó de que lo que ocurrió en Srebrenica a principios de los Noventa "puede ocurrir en cualquier sitio".
"Por eso creo que esta película es importante, y hablar de estos temas", zanjó.
Un noir francés
El otro estreno fue "Amants", de la francesa Nicole Garcia, una oscura historia de amor entre dos jóvenes, Lisa (Stacy Martin) y Simon (Pierre Niney) unidos desde la adolescencia.
Su idílico camino juntos se perturba con una inesperada tragedia suscitada por los negocios delictivos del joven, que le empujan a huir de Francia dejando atrás a su enamorada.
Pasan los años, los dos tienen vidas diferentes, ella se casa con un rico empresario (Benoît Magimel) y de pronto, por una fatal broma del destino, vuelven a encontrarse en una remota isla del océano Índico para adentrarse en un nuevo viaje a la perdición.
Se trata, en resumidas cuentas, de un triánguo amoroso: el marido que trata de defender a su esposa, ella que se debate entre apostar por el fallido amor del pasado u olvidarlo, y su antiguo amante que es sencillamente "un hombre que corre hacia su final", según Garcia.
Todo ello envuelto en "noir" con notas de melancolía, un género que la directora considera "la expresión moderna de la tragedia".
La directora explicó en rueda de prensa que la película refleja de algún modo sus propios temores personales.
"Quería ver este peligro, esta amenaza, este sentimiento de miedo. Probablemente es un reflejo de todos mis temores y angustias. Este miedo lo cuento, lo comparto, lo vivo y lo evito", sostuvo.