El cine mexicano sigue reinando en Venecia
Alfonso Cuarón recogió hoy por "Roma" el segundo León de Oro de Venecia consecutivo para un cineasta mexicano, tras el conseguido el año pasado por "The Shape of Water", de Guillermo del Toro, que además en esta edición presidía el jurado de la competición oficial.
Precisamente su presencia al frente del jurado hacía temer que el León de Oro no fuera a manos de un mexicano, pero al final todos los miembros -entre ellos Naomi Watts o Christoph Waltz- decidieron por unanimidad que el filme de Cuarón era el mejor de la 75 edición de la Mostra.
Un premio que reconoce el peso de la cinematografía mexicana, junto a la argentina la más destacada de Latinoamérica, según dijo en rueda de prensa el día de la inauguración del festival el director de la Mostra, Alberto Barbera.
Quedó demostrado con la selección de la competición oficial, que contaba con dos filmes mexicanos y uno argentino. Y el de Cuarón se llevó el premio gordo.
Para él no es una novedad. "Roma" era el cuarto filme que presentaba en la Mostra y ya con los tres anteriores consiguió premios, aunque de menor entidad que el de este año.
Con "Y tu mamá también" se llevó en 2001 la Osella de Plata al mejor guion -compartida con su hermano Carlos-, y los protagonistas, Gael García Bernal y Diego Luna, se llevaron el Marcello Mastroianni al intérprete joven.
En 2006 con "Children of Men" fue el director de fotografía, Emmanuel Lubezki, el que recibió el premio a la contribución individual técnica más relevante, y en 2012, la aventura espacial de "Gravity" fue reconocida por sus logros técnicos.
Y hoy el premio a Cuarón llega al año siguiente de la consagración de Guillermo del Toro con "The Shape of Water", un filme cuya carrera triunfante empezó en Venecia con el León de Oro y acabó en los Óscar, con cuatro galardones.
En 2016 el reconocimiento fue para Amat Escalante, León de Plata al mejor director por la controvertida "La región salvaje".
Y un año antes el León de Oro también tuvo sabor mexicano puesto que "Desde allá", dirigida por Lorenzo Vigas, contaba con producción de Michel Franco, Gabriel Ripstein y Guillermo Arriaga, que además era guionista.
Fue ese 2015 en el que empezó la etapa dorada para el cine mexicano en Venecia, aunque en toda su historia -la primera edición fue en 1932-, ha habido otros premios para la cinematografía del país norteamericano.
El primero llegó pronto, en 1938. Fue la mención especial a la contribución artística de "Allá en el rancho grande", de Fernando Fuentes, que contaba con Gabriel Figueroa como director de fotografía.
Hasta diez años después no habría otro filme mexicano premiado en la Mostra, "La perla", de Emilio 'Indio' Fernández, que consiguió el Gran Premio Internacional -el antecesor del León de Oro- y el galardón a la mejor fotografía precisamente para Figueroa por su trabajo en un filme que adaptaba la novela de John Steinbeck.
Un premio que Figueroa, uno de los más grandes directores de fotografía mexicano y colaborador habitual de Luis Buñuel, repitió en 1949 con otra película de 'Indio', "La malquerida".
Y fue un filme de Buñuel de su etapa mexicana, "Simón del desierto", la siguiente producción galardonada en Venecia, en 1965, con el Premio Especial del Jurado y con el reconocimiento de los críticos internacionales, el Fipresci.
Más de 30 años después, en 1996, fue el turno de otro de los grandes nombres del cine mexicano, Arturo Ripstein, que participó en la Mostra con "Profundo carmesí".
Mejor guion, para Paz Alicia Garciadiego, y mejor contribución artística por su escenografía para Mónica Chirinos y Patricia Pecanins, fueron los dos reconocimientos para el filme de un director que regresaría otras dos veces a Venecia.
En 2002 con "La virgen de la lujuria" y en 2015 con "La calle de la amargura", en una edición en la que Ripstein recibió un homenaje por sus cincuenta años de carrera.
Mientras que en 2007 hubo doble premio con sabor mexicano.
Por un lado, el mexicano-uruguayo Rodrigó Plá se llevó el Premio Luigi de Laurentis a la mejor ópera prima por "La zona", que participaba en la sección autónoma Jornadas de los Autores, y Rodrigo Prieto consiguió el de mejor director de fotografía por su labor en "Deseo, peligro", de Ang Lee, León de Oro de aquella edición.