Cuando la CIA ayudó a Jim Carrey a interpretar al personaje de 'El Grinch'

Jim Carey protagoniza la película El Grinch de 2000. / IMDB

Uno de los clásicos del cine de la temporada navideña es sin duda alguna "El Grinch" (The Grinch). Llevado por primera vez a la pantalla grande en el 2000 y encarnado magistralmente por Jim Carrey, tiene detrás una rocambolesca historia que involucra hasta a la CIA.

Su nacimiento se remonta a 1957, cuando el famoso escritor y caricaturista estadounidense de libros infantiles Dr. Seuss escribió el cuento ¡Cómo el Grinch robó la Navidad! (How The Grinch Stole Christmas) en el que hace una crítica al consumo navideño.

En una entrevista, el propio autor declaró, “me lavaba los dientes en la mañana del 26 de diciembre cuanto noté mi rostro muy parecido al del Grinch. Me di cuenta de que algo había salido mal con la Navidad, o más probablemente conmigo. Así que escribí una historia sobre mi agrio amigo el Grinch, para ver si podría redescubrir algo de la Navidad que yo obviamente había perdido”.

Esa es la magia de El Grinch, un personaje con el que todos nos hemos identificado en algún momento y que nos invita a vivir la Navidad lejos del materialismo comercial y a reforzar los lazos fraternales.

 El Grinch cobra vida

Nueve años después, la historia del personaje verde y hasta cierto punto desagradable que decide robarse la Navidad, fue llevada a la pantalla por primera vez. En 1966, el cuento se adaptó a la televisión en forma de cortometraje animado.

Sin embargo, no fue una tarea fácil, empezando por que el escritor tenía una postura crítica hacia Hollywood y estuvo renuente en un principio a adaptar su obra para la pantalla chica.

Desde su estreno, El Grinch se convirtió en un éxito rotundo, al punto de que se estableció como el programa navideño preferido por la audiencia estaounidense desde su estreno el 18 de diciembre de 1966. Varias cadenas de televisión lo emitían todos los años en la temporada navideña hasta elevarlo a la categoría de un verdadero clásico.

 

Salto a la pantalla grande

Ya en la década de los 2000 surge la idea de llevarlo a la pantalla grande. Esta vez con personajes reales.

Pero cristalizar el proyecto fue un verdadero reto, ya que los productores tardaron cerca de dos años, para conseguir los derechos de la historia, trabajar en una adaptación y demás detalles de producción.

Ron Howard, ganador de varios premios Óscar, asumió la dirección y luego de exhaustivas audiciones, en las que de acuerdo con medios se consideró a Jack Nicholson y a Eddie Murphy, se confirmó a Jim Carrey para el papel.

El actor fue una pieza fundamental ya que convenció a Audrey Seuss, viuda del autor y quien tenía los derechos de la historia, a autorizar el proyecto con la principal condición de que fuera él quien interpretara al excéntrico personaje.

 

Entrenamiento de la CIA

Este detalle generó un terrible conflicto ya que el primer día de filmación Jim Carrey casi renuncia porque sentía que estaba “enterrado vivo” debido a las capas de grueso maquillaje que requería el personaje.

El actor se enfrentaba a largas jornadas de maquillaje. En una entrevista con Universal Studios, que se puede ver en Youtube, declaró: “Fue un verdadero reto porque estaba enterrado en el maquillaje, mis ojos estaban cubiertos y mis manos tenían dedos larguísimos en ellos. Cosas como esa”. Sentía que vivía una verdadera tortura.

“Después del primer día de grabaciones, Jim regresó a su tráiler convencido de que no podría sobrevivir si llevaba el maquillaje del Grinch por las siguientes semanas. Fue con Ron Howard y dijo que el maquillaje era como ser torturado, que no podía soportarlo y que no haría la película”, escribió el productor de la cinta Brian Grazer en una publicación del Daily Beast.

Así que la producción entró en una crisis: no podían hacer el filme sin Carey, quien no quería seguir filmando porque era una “tortura” el maquillaje.

Entonces tomaron la decisión de que Carrey debía recibir entrenamiento de un especialista de la CIA que preparaba a los agentes para sobrevivir a la tortura en caso de que fueran capturados.

Durante un fin de semana, el sujeto enseñó al actor toda clase de herramientas y técnicas mentales para distraerse y así sobrellevar los prostéticos, plastas de maquillajes y pelucas que llevó encima durante los 92 días que duró la grabación.

Fue así como Jim Carrey pudo encarnar magistralmente al protagonista de una de las películas más reproducidas en la época navideña desde hace dos décadas.

En el 2018 se estrenó una nueva versión animada y en 3D para la pantalla grande con Benedict Cumberbatch como El Grinch.

En esta época navideña The Grinch es una estupenda oportunidad para dejar atrás el estrés de las compras y las fiestas y redescubrir en familia el verdadero espíritu de la Navidad.

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