Fiscalía anuncia revisión del caso de los hermanos Menéndez tras la aparición de nuevas pruebas

Lyle y Erik Menéndez

El estreno de la serie de Netflix dirigida por Ryan Murphy ha despertado del interés sobre el caso de parricidio de los acaudalados hermanos.

Erik y Lyle Menéndez / AFP

El sistema judicial de Los Ángeles podría enfrentarse a un giro inesperado en uno de los casos más mediáticos de finales del siglo XX: el de los hermanos Menéndez. Tras más de tres décadas de haber sido condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, el caso ha vuelto a la palestra pública. Lo que parecía una historia cerrada, ahora podría tener un nuevo capítulo con la aparición de pruebas que están siendo revisadas por la fiscalía de Los Ángeles.

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El fiscal del distrito, George Gascón, ha confirmado la revisión de estas evidencias, las cuales fueron presentadas por el equipo de abogados de Erik y Lyle Menéndez, con la esperanza de que lleven a una reconsideración de sus sentencias o, incluso, a un nuevo juicio.

 “Es un proceso delicado. Debemos evaluar la veracidad y la relevancia de estas pruebas antes de tomar una decisión”, señaló Gascón en una reciente conferencia de prensa. Entre las evidencias destaca una carta escrita por Erik Menéndez que, según sus defensores, sustenta las acusaciones de abuso sexual que el joven habría sufrido por parte de su padre.

Esta revisión no es casualidad. Coincide con la atención renovada que ha generado la serie de Netflix Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, dirigida por Ryan Murphy y protagonizada por Javier Bardem. La producción, basada en el infame caso, ha vuelto a poner el foco en la situación de los hermanos, generando un debate tanto en medios de comunicación como en redes sociales, donde plataformas como TikTok se han convertido en terreno fértil para las discusiones sobre la justicia que recibieron.

El caso Menéndez ha estado rodeado de controversia desde que salió a la luz en 1989. Lyle y Erik, entonces de 21 y 18 años respectivamente, admitieron haber disparado contra sus padres en su lujosa mansión de Beverly Hills.

Sin embargo, su defensa alegó que los crímenes ocurrieron como resultado de años de abuso sexual infligido por su padre, José Menéndez. Los fiscales, por otro lado, argumentaron que los jóvenes actuaron motivados por la herencia multimillonaria que recibirían tras la muerte de sus padres. En aquel momento, el jurado condenó a los hermanos a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, rechazando la pena de muerte.

La nueva evidencia que ahora se revisa pone en duda la narrativa original del juicio. La carta de Erik podría ser clave en demostrar que las alegaciones de abuso no fueron simplemente un intento por eludir la justicia, sino una realidad que los llevó a actuar en legítima defensa. No obstante, el proceso aún está en una etapa preliminar y la fiscalía deberá determinar si estas pruebas justifican reabrir el caso.

El poder de la ficción ha jugado un papel crucial en este resurgimiento del caso. Ryan Murphy, creador de la serie de Netflix, ha sido señalado por algunos como un factor que ha impulsado este renovado interés. En una entrevista reciente, Murphy comentó sobre la atención que ha generado el caso Menéndez: “Los hermanos deberían estar agradecidos. Nadie les ha prestado tanta atención en los últimos 30 años. No es solo Estados Unidos, es el mundo entero el que está hablando de ellos ahora”.

Las declaraciones de Murphy no han sido del todo bien recibidas por Erik Menéndez, quien ha criticado duramente la representación que la serie hace de su historia, calificándola de “vil y espantosa”. Sin embargo, parece que esta narrativa televisiva ha reabierto el debate sobre la justicia que se impartió en su momento.

Mientras se espera la audiencia programada para el 29 de noviembre, la posibilidad de que los hermanos Menéndez enfrenten un nuevo juicio mantiene a la opinión pública dividida. Los abogados de los condenados se muestran optimistas, esperando que esta vez, las pruebas de abuso y el contexto en que ocurrieron los hechos sean considerados con la seriedad que, según ellos, no tuvieron en su momento.

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