Hijo de Tom Hanks recordó cómo la cocaína consumió su vida: 'Perdí 28 libras en tres días, estaba arruinado'

Chet Hanks, de 34 años, reveló un episodio crítico en el que perdió 13 kilos en pocos días debido a una severa condición provocada por el uso excesivo de cocaína: “Hoy hace dos años, venía de una larga resaca con cocaína en la que no comí, ni dormí, y apenas bebí agua durante tres días seguidos”, explicó. Durante este período, su peso descendió de 86 a 73 kilos, reflejando la magnitud de su adicción y el impacto en su salud.

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La lucha de Hanks con la adicción comenzó a una edad temprana. A los 14 años experimentó con drogas, y a los 16, sus padres, Tom Hanks y Rita Wilson, decidieron enviarlo a un programa de rehabilitación en Utah. Hanks recuerda haber permanecido allí “más tiempo que cualquier otra persona que había visto entrar o salir”.

A pesar de este primer intento de intervención, su adicción persistió y continuó afectando su vida de manera significativa. Hanks reconoció la necesidad de un cambio drástico y se dirigió a un centro de rehabilitación.

“Allí estaba con 31 años, arruinado, drogado, flaco, agotado, tocando fondo. Y simplemente sabía que si no cambiaba mi vida de manera drástica, o bien no iba a estar por aquí o iba a pasar algo malo, tan malo, que mi vida bien podría terminar”, reflexionó sobre la gravedad de su situación en ese momento.

En el podcast Raw Talk, Hanks detalló que su adicción llegó a extremos tan peligrosos que otros adictos a la cocaína le pidieron que se calmara. “Yo iba a tomar cocaína con los cocainómanos y ellos me decían algo como, ‘Tranquilo, hermano. Espera un segundo’”, recordó. A pesar de su desesperación por la droga, eventualmente comprendió el profundo daño que causaba a su salud y bienestar emocional. “Es terrible. Te marchita. Te consume porque no puedes comer ni dormir”, afirmó.

Hanks ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de su lucha contra la adicción. Además del impacto físico, su vida personal también se vio afectada. Su relación con su exnovia, Kiana Parker, fue una de las más controvertidas. Ella lo acusó de violencia doméstica y obtuvo una orden de restricción, mientras que Hanks alegó que ella le robó dinero usando su tarjeta de crédito para pagar el alquiler.

A pesar de estos problemas, Hanks ha trabajado para superar su adicción. En los últimos años, ha mantenido un perfil bajo y se ha enfocado en su carrera actoral, participando en papeles menores en series como Empire y Shameless. Su esfuerzo por dejar atrás su turbulento pasado y reconstruir su vida refleja una determinación por mejorar su situación y mantenerse en el camino de la recuperación.