La ira de Arévalo y la magia de Bayona, protagonistas de los premios Goya
El thriller "Tarde para la ira" se coronó este sábado como la mejor película española en los premios Goya, en una gala que, no obstante, se rindió ante la magia de "Un monstruo viene a verme", de Juan Antonio Bayona, que arrasó con 9 premios.
Relato de venganza con un eficaz elenco de actores, la ópera prima de Raúl Arévalo consiguió el galardón principal en la 31ª edición de los Goya, los Óscar de España, pero también otras tres estatuillas, incluida la de mejor director novel.
En una gala por momentos reivindicativa para exigir más atención del Estado al cine y mayor porcentaje de pantalla para las mujeres, "Tarde para la ira" se impuso como mejor película sobre la favorita, "Un monstruo viene a verme", una cinta en inglés protagonizada por Sigourney Weaver y Liam Neeson que fue la más taquillera del año pasado en España.
Pero también triunfó sobre el drama "Julieta" de Pedro Almodóvar, el más internacional de los cineastas españoles que no obstante debió resignarse a ver que su regreso al cine de mujeres fuertes lograra de la Academia española solo un premio de siete nominaciones, el de mejor actriz para Emma Suárez.
"Es un honor recibir este reconocimiento frente a estas grandes películas", señaló la productora de "Tarde para la ira" Beatriz Bodega al recoger el busto del pintor Francisco de Goya, mientras en su butaca Arévalo se enjugaba las lágrimas.
En la gala, en el Hotel Marriott Auditorium de Madrid, el drama sobre un niño al que un gigante imaginario ayuda a sobrellevar la tristeza por el cáncer de la madre le otorgó su tercer Goya al mejor director a Bayona, de 41 años.
Basada en la novela homónima de Patrick Ness y con unos poderosos efectos especiales, una cuidada banda sonora y secuencias de animación, "Un monstruo viene a verme" se llevó todos los premios consagrados a los aspectos técnicos a los que aspiraba.
Sufrida madre, torturado inspector
Tras un primer triunfo en los Goya hace 21 años, Emma Suárez tuvo una noche espléndida: se impuso como mejor intérprete femenina como una sufrida madre de nombre "Julieta", bajo la dirección de Pedro Almodóvar, y también fue honrada como mejor actriz de reparto, por su papel en "La próxima piel".
"¿Qué está pasando esta noche, qué hago aquí otra vez?", dijo la veterana actriz de 52 años desde el podio, agradeciendo especialmente a Almodóvar "por ser tan minucioso, tan difícil a veces".
Otro veterano de la pantalla grande, Roberto Álamo, se alzó con el Goya a mejor actor, por su torturado y agresivo inspector en el thriller "Que Dios nos perdone".
En el renglón iberoamericano, la cinta "El ciudadano ilustre" de Gastón Duprat y Mariano Cohn mantuvo el dominio del cine argentino en los premios Goya, donde "El clan" de Pablo Trapero ganó en 2016.
La comedia sobre los males de la sociedad argentina, gran éxito de taquilla en su país, venció a la venezolana "Desde allá", la mexicana "Las elegidas" y la colombiana "Anna".
El cine reclama
Como es habitual, la gala de los Goya se vio salpicada de comentarios políticos y frases reivindicativas.
En uno de los mensajes más directos, el vicepresidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, pidió a los partidos políticos un "pacto de Estado por el cine" para que el sector, que brinda una buena tajada en impuestos a las arcas estatales, reciba mayor respaldo.
"Ya sé que estamos mejor que 50 años atrás, solo faltaría, pero se me escapa la razón por la que sigue habiendo tan pocas mujeres en el cine", dijo la cantante y actriz española Ana Belén al recibir el Goya de Honor en la gala.
Y aunque en la alfombra roja la atención estuvo puesta en las prendas de vestir, como en el vestido negro de Versace con el que deslumbró Penélope Cruz, directores y actores aprovecharon para criticar que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, admitiera no haber visto ninguna de las películas nominadas.
"Las palabras de Rajoy son la confesión de una carencia", dijo Almodóvar al diario El País.