Adam Sandler revela por qué no lee críticas desde 1995

Detrás de esta decisión hay una experiencia que marcó profundamente al actor Adam Sandler al inicio de su carrera y lo llevó a priorizar su salud mental y bienestar sobre las opiniones de la prensa especializada.

Todo comenzó en 1995, con el estreno de “Billy Madison”, una comedia que Sandler protagonizó y coescribió. Aunque la película se convirtió en un éxito comercial, recaudando más de 25 millones de dólares, la crítica fue despiadada. Muchos medios no escatimaron palabras para destruir el filme, calificándolo de “basura”. Sandler, entonces un joven actor entusiasta, sintió el golpe con fuerza.

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En una entrevista concedida a Entertainment Weekly en 2022, el actor recordó cómo aquella experiencia cambió su relación con las reseñas. “Cuando tenía 17 años y me metí en esto, no pensaba en los críticos. Solo quería hacer películas que la gente fuera a ver”, confesó. Pero el entusiasmo por ver su trabajo en pantalla se transformó rápidamente en desilusión al leer las opiniones negativas. “El 90% de los periódicos anunciaban que era ‘una basura’”, lamentó.

Más allá del golpe personal, Sandler explicó que lo que más le dolió fue saber que sus seres queridos también leían esas críticas. “Le dolió mucho porque sabes que lo están leyendo”, expresó con sinceridad. La mezcla de vergüenza y angustia le hizo tomar una decisión definitiva: dejar de leer lo que se publicara sobre él y sus películas. “Es muy duro”, confesó.

A pesar de las críticas, Sandler no se detuvo. Películas como “Happy Gilmore” y “The Wedding Singer” consolidaron su carrera, aunque la recepción crítica siguió siendo desigual. Su respuesta siempre fue la misma: “Yo decía, ‘No lo leí, hombre’”, contaba sobre cómo manejaba los comentarios de amigos que le hablaban de las reseñas.

Con los años, el actor desarrolló una visión más serena sobre el papel de los críticos. Si bien reconoció que las malas críticas siguen doliendo, aprendió a entender que su estilo no siempre será del agrado de todos. “Los críticos no van a conectar con ciertas cosas, y eso está bien”, reflexionó.

Hoy, Sandler sigue valorando los elogios cuando llegan, pero mantiene los pies en la tierra. “Me alegra recibir elogios, lo acepto, pero todos trabajaron duro en la película. Tuve un papel fantástico y lo hice lo mejor que pude”, dijo, resaltando el esfuerzo colectivo detrás de cada proyecto.

Su filosofía es clara: hacer películas que conecten con el público, sin dejarse arrastrar por el vaivén de las críticas. Esta actitud le ha permitido mantenerse relevante y construir una carrera longeva, sabiendo que, pese a los altibajos, siempre habrá audiencia dispuesta a disfrutar de su próximo trabajo.