SpaceX cuenta las horas para el lanzamiento de su cápsula para la Nasa
La Nasa y SpaceX se preparan este viernes para el lanzamiento de una nueva cápsula para astronautas el sábado, una prueba crucial para el regreso de los vuelos espaciales tripulados desde suelo estadounidense, suspendidos en 2011.
Esta vez el único tripulante de la cápsula será Ripley, un maniquí equipado de sensores. Pero si la misión resulta ser un éxito, dos astronautas tomarán asiento en el transbordador antes de finales de año.
El lanzamiento de la cápsula Crew Dragon, instalada en la parte superior de un cohete Falcon 9, está previsto en la madrugada del sábado, a las 02H49 (07H49 GMT), desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida.
Su misión es realizar un viaje de ida y vuelta a la Estación Espacial Internacional (ISS). Está previsto que la cápsula se acople a ella el domingo y que regrese a la Tierra el viernes 8 de marzo.
"Es un acontecimiento de importancia crucial en la historia de Estados Unidos", dijo el director de la Nasa, Jim Bridenstine, unas horas antes del lanzamiento, durante una rueda de prensa bajo el sol de Florida.
"Estamos al borde del precipicio (sic) de lanzar astronautas estadounidenses a bordo de cápsulas estadounidenses, desde territorio estadounidense, por primera vez desde el fin de las naves espaciales en 2011", señaló.
Ahora, agregó, la Nasa dejó de arruinarse construyendo naves o lanzadores. "Seremos clientes", precisó.
Desde 2010, la Nasa otorgó más de 3.000 millones de dólares de contratos a SpaceX para desarrollar este servicio, y 4.800 millones de dólares al grupo Boeing. Cada una de esas empresas deberá realizar seis viajes de ida y vuelta a la ISS.
El primer vuelo habitado de Crew Dragon está previsto para julio, pero podría ser postergado. "Administramos esto día a día, por el momento la fecha es julio", dijo Bridenstine a la AFP.
Las posibilidades de un vuelo habitado antes de fines de 2019 son, en cambio, de "100%", afirmó la durante la rueda de prensa.
"Orgullo nacional"
"No hay palabras para explicar la excitación que siente un piloto de pruebas cuando realiza el primer vuelo de un vehículo", dijo Doyg Hurley, uno de los dos astronautas elegidos para el primer vuelo habitado.
Hurley estaba a bordo del transbordador Atlantis cuando aterrizó por última vez en Cabo Cañaveral en julio de 2011.
"Fueron ocho largos años", dice Bob Cabana, jefe del centro y exastronauta, que asistió en Cabo Cañaveral al regreso de la última nave espacial en julio de 2011.
Tras la suspensión de los vuelos tripulados, el sector espacial entró en una especie de depresión, con despidos en las empresas subcontratadas.
"Es maravilloso ver un vehículo habitable, la cápsula Dragon de SpaceX, en la cima de un Falcon 9, ahí en la 39A. Pero lo que de verdad quiero ver es una tripulación a bordo este año", afirma Cabana.
Desde 2011, el único transportista hacia la ISS es la agencia espacial rusa, y los astronautas estadounidenses deben viajar a bordo de los cohetes Soyuz.
La planificación para el proyecto de la Nasa se atrasó unos tres años respecto a la primera fecha anunciada.
"Vamos a hacerlo, pero sólo lo haremos cuando estemos listos", dijo Mark Geyer, jefe del centro espacial Johnson en Houston, donde están instalados los astronautas estadounidenses.
"Volver aquí es una cuestión de orgullo nacional", afirmó.
La misión que comenzará el sábado busca probar en condiciones reales la fiabilidad y la seguridad de la cápsula espacial.
El maniquí, que SpaceX llamó Ripley en honor a la protagonista de "Alien" encarnada por Sigourney Weawer, tiene sensores para medir las fuerzas a las que estarán sometidos los astronautas durante el despegue y cuando regresen a la atmósfera y americen en el Atlántico, frenados por cuatro grandes paracaídas.
Todo deberá funcionar a la perfección: la separación de la cápsula del cohete; la órbita hacia la ISS; el amarre a la estación.
Para SpaceX, lograr poner a astronautas en órbita sería todo un logro.
"Cada misión es importante, pero ésta lo es aún más", dijo el jueves en rueda de prensa Hans Koenigsmann, el vicepresidente de la compañía.
"Desde el comienzo, nuestro objetivo era el vuelo tripulados", añadió.
En menos de una década, SpaceX se ha impuesto como un socio clave de la Nasa, mientras conquistaba el mercado del lanzamiento de los satélites privados.
Los cohetes Falcon 9 han abastecido 15 veces la ISS en siete años. Uno de ellos explotó en 2015.