Satélite 'Lisa Pathfinder' supera expectativas de Agencia Espacial Europea

El proyecto Lisa Pathfinder es una misión de demostración tecnológica para la observación de ondas gravitatorias desde el espacio. / EFE
Efe
07 2016 - 16:48

El satélite de la Agencia Espacial Europea Lisa Pathfinder ha sido un éxito que "ha superado todas las expectativas". "Queríamos aprender a andar antes de correr y estamos preparados para una maratón", dijo hoy el director de la Oficina de Coordinación de la ESA, Favio Favata.

Así de rotundo se expresó el responsable de la agencia en una rueda de prensa en el Centro Europeo de Astronomía Espacial en la que se presentaron los primeros resultados de esta misión que pretende poner a prueba la tecnología que dentro de unos años utilizará el futuro observatorio de ondas gravitacionales de la ESA, el eLISA.

El objetivo de Lisa Pathfinder no era detectar las ondas gravitacionales del Universo, las que predijo Albert Einstein hace cien años en su Teoría General de la Relatividad, y que fueron captadas por primera vez por el Observatorio estadounidense de interferometría láser (LIGO) en septiembre de 2015.

Lo que pretende el satélite, lanzado el pasado mes de diciembre, es testar a pequeña escala -y en el espacio- el funcionamiento de la tecnología que llevará eLISA, el observatorio encargado de detectar de nuevo las ondas con la ayuda de tres satélites que intentarán interceptarlas para recoger y analizar toda la información que contienen.

Las ondas gravitacionales son ondulaciones producidas por los acontecimientos más violentos del Universo, como la fusión de agujeros negros masivos o la explosión de supernovas, o incluso el Big Bang. Y transportan un tipo de información esencial para el conocimiento del cosmos y del todo desconocido para los científicos.

Sin embargo, aunque estas ondas partan de objetos potentísimos, cuando llegan a la Tierra están tan debilitadas que no pueden ser captadas, por eso es necesario disponer de tecnologías muy avanzadas que registren esta información en el espacio.

Para detectar estas ondas hay que medir la distancia entre dos cuerpos en caída libre con una precisión altísima, y para ello, Lisa Pathfinder está equipada con dos masas cúbicas idénticas de 46 milímetros por cada lado, hechas de oro y platino, que debían flotar en el vacío y mantener una distancia constante.

Según los responsables de la misión que hoy acompañaron a Favata en la presentación de los resultados, ambos cubos se han mantenido "imperturbables" frente a fuerzas externas y a una presión cinco veces mayor de lo previsto, superando todas las expectativas.

Los detalles de este proyecto se publican hoy en la revista especializada Physical Review Letters.

En la rueda de prensa, Favata hizo hincapié en la importancia del proyecto: "Hace un siglo, Einstein formuló las preguntas de la Teoría del Relatividad y predijo la existencia de las ondas gravitacionales, que representan una nueva forma de hacer física y ciencia observando el universo".

Y es que estas ondas, viajan por el Universo "como si fuera transparente y son una manera de estudiar las cosas invisibles" como los agujeros negros o las supernovas, "fenómenos muy importantes que no emiten luz pero que existen y pueden ser escuchados por analogía, a través de las ondas gravitacionales que emiten", explicó.

"Si todo sale bien, vamos a escuchar el universo por primera vez además de verlo", aseguró Favata.

Las ondas gravitacionales son "una nueva ventana al universo", una música que permitirá saber mucho más sobre la construcción del cosmos, dijo Paul McNamara, científico de la misión.

No obstante, y aunque la misión Lisa Pathfinder esté funcionando mejor de lo esperado y sea "un enorme paso hacia adelante", hay otro tipo de tecnología que será necesaria en el futuro observatorio de ondas gravitacionales, y que aún están siendo desarrolladas, advirtió Favata.

Cuando toda la tecnología necesaria esté desarrollada completamente, Europa estará a la cabeza de la ciencia de ondas gravitacionales, y liderará un proyecto "innovador y altamente avanzado", gracias al trabajo de los 14 países de Europa occidental que han participado en el proyecto.

Paul McNamara recordó que Lisa Pathfinder fue lanzado al espacio el pasado 3 de diciembre, en un lanzamiento "perfecto" desde la Guayana francesa.

El satélite alcanzó su destino final, el punto de Lagrange, situado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, donde las fuerzas gravitacionales entre el sol y la tierra están más equilibradas.

Ahora mismo el satélite está en su órbita, que tarda seis meses en recorrer, y cada día hace experimentos distintos desde su laboratorio, explicó McNamara.

En los próximos años, la misión seguirá haciendo pruebas de los instrumentos de eLISA, el observatorio que empezará a operar sobre el año 2030, y que estará formado por tres naves espaciales separadas por más de un millón de kilómetros.

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