Hasta la luna y más allá: Nat Geo se adentra en el éxito del programa Apolo
Entre la inocencia de quienes se aventuraban en lo desconocido y la genialidad de los auténticos visionarios, el programa Apolo, el proyecto de la NASA que llevó al hombre a la Luna y que marcó un hito en la exploración espacial, es el centro de un documental que estrena mañana National Geographic.
"Apollo: Missions to the Moon" es el título del documental dirigido por Tom Jennings y que Nat Geo emitirá a muy pocos días de que se cumpla medio siglo de la llegada del Apolo 11 a la Luna.
"Creo que el programa Apolo tuvo éxito porque aunque empezó como una carrera especial, de 'nosotros los estadounidenses vamos a derrotar a los rusos', luego se convirtió en intentar hacer algo que la gente creía que era imposible", explicó Jennings en una entrevista con Efe.
"Eran personas extraordinarias que querían conseguir algo que era más grande que ellos y más grande que cualquier cosa que se hubiera hecho en la historia", añadió el veterano director estadounidense de otros documentales como "Diana: In Her Own Words" (2017).
Los viajes a la Luna encendieron la imaginación de Julio Verne y Georges Méliès y también cautivaron a miles de científicos durante décadas, por lo que no es extraño que una historia tan fascinante como la del Apolo 11 haya llegado al cine en numerosas ocasiones, algunas tan recientes como la película "First Man" (2018) de Damien Chazelle o el documental "Apolo 11" de Todd Douglas Miller.
De ahí que uno de los quebraderos de cabeza de Jennings con su documental fuese cómo apartarse de lo convencional, de lo ya visto, de lo tópico.
"El Apolo 11 no salió de la nada", resaltó.
"Fue parte de un programa mucho más largo. Así que tomamos la decisión de retroceder hasta el satélite ruso Sputnik (1957) y llegar hasta el comienzo del Transbordador espacial, con lo que tienes todo el contexto del programa Apolo, no solo del 11", dijo.
Así, "Apollo: Missions to the Moon" relata éxitos como el Apolo 8 (1968), la primera misión tripulada que llegó a la órbita lunar, pero también desastres por el camino como el del Apolo 1 (1967), que ardió antes de despegar y mató a sus tres tripulantes.
"Y también tenemos un estilo especial que no mucha gente tiene, que es hacer películas con material de archivo sin narradores ni entrevistas: solo material de la época", añadió Jennings.
Durante los 18 esforzados meses que trabajaron en este filme, Jennings y su equipo obviaron el metraje más conocido o las imágenes más icónicas para intentar sorprender al espectador.
De esta manera, prefirieron evitar legendarias retransmisiones como las de Walter Cronkite en favor de televisiones locales como la de una estación de Cocoa Beach en Florida; revolvieron archivos en busca de fotografías descartadas en su momento; e incluyeron pasajes tan divertidos como ver al presentador de la BBC James Burke experimentando en directo los efectos de la ausencia de gravedad.
Frente a la sociedad actual posmoderna en la que muy pocas cosas realmente detienen el mundo, "Apollo: Missions to the Moon" describe unos años en los que la fascinación y la inocencia hacían que millones de ciudadanos se congregaran ante la televisión para seguir aquellas odiseas espaciales, algo que el propio Jennings experimentó de niño con el Apolo 8.
"Todavía puedo recordarlo: miraba a la Luna y sabía que luego iba a verles en la televisión de mi casa con mi familia. Intentaba entender cómo funcionaba eso y estaba completamente lleno de asombro por el mundo en el que vivía. Lo recuerdo como si fuera magia", contó.
No obstante, el cineasta no quiso ser naíf y recordó que la exploración espacial es "un asunto serio y peligroso" por el que "se pagó un precio" en forma de vidas humanas.
"Es fácil idolatrar a los astronautas. Es fácil pensar: 'Oh, vamos a ir a la Luna...'. Pero hubo gente que murió para llegar ahí", dijo al destacar las emotivas y valiosas escenas del documental en las que aparecen las familias de los astronautas.
"Sentí que sus esposas ponían un rostro humano a esto probablemente mejor que sus maridos", argumentó.
Por último, Jennings apostó por continuar con la exploración espacial casi como un deber existencial del ser humano.
"Cuando empiezas a pensar en el tamaño del espacio casi te provoca ansiedad: es demasiado grande, es demasiado vasto. Pero te hace preguntarte: '¿Cómo encajamos aquí?'. Necesitamos entender nuestro lugar en toda esta enormidad y lo que significa", defendió.