Un monstruo marino del Jurásico sale del anonimato
El monstruo marino del Loch Storr, de cuatro metros de longitud, que vivió hace 170 millones de años, salió por fin del anonimato en el museo nacional de Escocia medio siglo después de su descubrimiento.
El fósil de esta criatura del Jurásico con vientre voluminoso, ojos globulosos y una cabeza con largo pico dotado de cientos de dientes, había sido descubierto en 1966 en la isla escocesa de Sky por el director de una fábrica eléctrica vecina.
Sin embargo, "durante medio siglo, el museo lo mantuvo a resguardo porque no poseíamos las técnicas necesarias para liberarlo de la densa roca que lo rodeaba y así poder estudiarlo" explicó a la AFP Steve Brusatte de la Universidad de Edimburgo.
Asunto resuelto: Nigel Larkin, experto restaurador de fósiles, liberó al monstruo de la roca en la que se encontraba encerrado desde hace millones de años.
Una vez despojado de su envoltura rocosa, los paleontólogos Steve Brusatte, Nick Fraser y Stig Walsh, del museo escocés, lo identificaron como un ictiosaurio, familia de reptiles marinos extinguida desde entonces.
Lograron reconstruir una imagen clara de la enorme criatura, a la que presentan como una "joya de la corona de la prehistoria escocesa".
El feroz depredador, digno de una película de terror, merodeaba en nuestros océanos hace 170 millones de años, en la época en que los dinosaurios dominaban el mundo.
"La gente está obsesionada por el mito del Loch Ness que es totalmente falso. Pero no se dan cuenta de que existieron verdaderos monstruos marinos", explica Steve Brusatte.
Según el paleontólogo, "eran más grandes, más horripilantes y más fascinantes que Nessie", como apodan los escoceses al monstruo imaginario.
Los ictiosaurios desaparecieron bruscamente de los océanos decenas de millones de años antes de los últimos dinosaurios, tras un largo reino de 157 millones de años.
Según los investigadores, este descubrimiento permite ampliar los conocimientos sobre la evolución de estos grandes reptiles del Jurásico Medio, período del que se conservan pocos rastros fósiles.