Las especies lázaro, una pequeña esperanza en mitad de la sexta extinción
Muchas veces el ser humano considera a algunas especies extintas al no haberlas avistado en décadas. No obstante, existe el llamado fenómeno de las especies lázaro, aquellas que, por sorpresa, reaparecen y reavivan la esperanza en un mundo que vive la sexta extinción masiva de especies.
El término se basa en el personaje del mismo nombre que aparece en el Nuevo Testamento y es revivido por Jesús. Ha sucedido en especies como la rata canguro, la rana arlequín o el celacanto, un pez que se creía desaparecido a finales del periodo Cretácico (145 a 65 millones de años) y que reapareció en el siglo XX.
El especialista en especies prioritarias de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) Silvio Ramírez explicó a Efe que para considerar a una especie extinta deben haber pasado 50 años desde su último avistamiento en vida libre.
Aún así, el experto matizó que esto no aplica en algunas especies muy simbólicas cuyos individuos están contabilizados con exactitud, como ocurre con la vaquita marina en México o el rinoceronte blanco del norte, en África, el cual se extinguió este año.
"En los últimos años han regresado algunas especies lázaro debido a que la ciencia tiene grandes apoyos con nuevas tecnologías que permiten monitorear ecosistemas", señaló el científico.
Después ejemplificó algunos casos mexicanos como el de la rata canguro de la región de San Quintín, en Baja California, que tenía unos 30 años de no apreciarse en vida silvestre, o el de la serpiente nocturna endémica de isla Clarión, que fue colectada por última vez en 1935 y se redescubrió en 2013.
El maestro en ciencias consideró que para no seguir extinguiendo a la fauna se deben controlar los impactos de la huella del hombre en los ecosistemas, el motivo principal de la sexta extinción.
"Es alentador el encontrar especies que se consideraban perdidas hacía años o hasta décadas, pero el punto esencial es que la humanidad detenga los daños que ocasiona a los ecosistemas y no orille a las especies a esconderse o a extinguirse", aseveró.
Sexta Extinción
Numerosos expertos alrededor del mundo consideran que actualmente se vive la sexta extinción masiva de especies, esta vez provocada no por cambios climáticos o catástrofes, sino principalmente por la actividad humana.
Desde el año 1500 a la actualidad se han extinguido más de 320 vertebrados terrestres y de las especies que sobreviven, su población ha disminuido una media del 25% según la revista Science.
Otro caso en México es el del Acocil enano chihuahuense, un crustáceo que se creía extinto hasta su redescubrimiento hace pocos años y que habita en un ojo de agua del ejido Rancho Nuevo, en Chihuahua.
Celacanto y la vaquita marina
Pero el caso más simbólico de especies lázaro en el planeta es el del celacanto, un pez que se creía desaparecido a finales del periodo Cretácico, hace más de 66 millones de años.
Fue en 1938 cuando se localizó cerca de la desembocadura del río Chaluma, en la costa este de Sudáfrica.
El celacanto se encuentra entre los peces con mandíbulas más antiguos que se conocen con vida, puede vivir hasta 100 años y nadar hasta los 100 metros de profundidad.
Por su parte el director de comunicación de la ciencia de Conabio, Carlos Galindo, mencionó el caso mexicano de la vaquita marina, una entrañable marsopa al borde de la extinción que ha acaparado todos los focos mediáticos y científicos, algo que, lamentablemente, ha hecho que se descuiden trabajos de preservación y seguimiento en otras especies.
Una de ellas es el águila arpía, un ave rapaz que tiene casi una década de no ser observada en vida libre en México.
Otras especies Lázaro
También existen casos de especies Lázaro como el de la Atelopus varius, conocida como rana arlequín, anfibio declarado extinto en 1996 y al que años después se le observó en Costa Rica y Panamá.
Otro es el pecarí del Chaco, un cerdo de monte el cual se consideraba extinto desde principios del Holoceno (hace 10,500 años) y a partir de fósiles que fueron comparados con un ejemplar capturado por un cazador argentino pudo determinarse en 1971 que se trataba de la misma especie.
También está el ave conocida como paíño de Nueva Zelanda, una especie que se creía extinta desde 1850 y a partir del año 2000 se empezaron a registrar nuevamente especímenes en dicha nación.
Junto a estos ejemplos, algunas otras especies han dado la sorpresa a lo largo de la historia, excepciones que rompen la desafortunada norma que predomina en una época marcada por la sexta extinción masiva y que enseñan que, a veces, la vida es impredecible.