ADN heredado del Neandertal puede provocar manifestaciones más graves de COVID-19

Foto ilustrativa: Estudios científicos / AFP
Afp
01 2020 - 10:47

Los enfermos de COVID-19 que tienen un segmento de ADN del hombre del Neandertal, heredado del cruce con el genoma humano hace unos 60,000 años, son más susceptibles de sufrir complicaciones graves, según un equipo de investigadores de Alemania.

La secuencia genética heredada de este primo lejano de la especie humana hace que por ejemplo estos enfermos tengan el triple de posibilidades de necesitar una ventilación mecánica, según el estudio publicado el miércoles en la revista Nature.

La enfermedad se manifiesta mediante una gran diversidad de síntomas, que dependen de la edad, el sexo, la condición médica... A estos condicionantes habría que sumar el factor genético, según los investigadores del Instituto Max Planck para la Evolución Antropológica, de Alemania.

"Es sorprendente constatar que la herencia genética del Neandertal tiene consecuencias tan trágicas durante la pandemia actual", dijo uno de los coautores, Svante Paabo, director del departamento de genética de esa institución, con sede en Leipzig.

Hasta ahora, las investigaciones llevadas a cabo por la organización "COVID-19 Host Genetics Initiative" habían revelado que una variante genética de una región del cromosoma 3 --uno de los 23 que integran el genoma humano --, estaba asociado con las manifestaciones más graves de la enfermedad.

Esta misma región ya era conocida por albergar código genético procedente del Neandertal, lo que llevó a Svante Paabo y a su colega, Hugo Zeberg, a buscar un posible vínculo con el covid-19.

Cruce de poblaciones

En primer lugar, determinaron que mientras un hombre del Neandertal del sur de Europa tenía un segmento casi idéntico a estos enfermos, otros dos especímenes hallados en el sur siberiano carecían de él, así como un individuo de otra especie, el hombre de Denisova.

Y concluyeron que si bien el hombre moderno y el hombre del Neandertal podían haber heredado este fragmento de gen de un ancestro común hace medio millón de años, es más probable que este se integrara en el genoma humano mediante el cruce más reciente de poblaciones, hace 60,000 años.

Este segmento potencialmente peligroso para los enfermos del COVID-19 no está distribuido de forma homogénea en el mundo, según el estudio.

Así, está presente en casi la mitad de la población de Asia del Sur, con Bangladés con la proporción más elevada (63%), lo que podría explicar por qué los ciudadanos originarios de ese país que viven en Gran Bretaña tienen el doble de posibilidades de morir debido al COVID-19 que la población en general, exponen los autores del estudio.

Lo comparten también el 16% de los europeos y el 10% de los latinoamericanos, mientras que está prácticamente ausente del genoma de los habitantes de Asia Oriental y de África.

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