El ADN de un esqueleto encontrado en Indonesia revela un grupo desconocido de humanos
Los arqueólogos descubrieron los restos de un esqueleto de 7.200 años de una cazadora-recolectora en Indonesia que tiene un "linaje humano distinto" nunca antes encontrado en ningún lugar del mundo, según una investigación publicada esta semana.
El fósil relativamente intacto, que pertenecía a una adolescente de 17 o 18 años, fue enterrado en posición fetal dentro de Leang Panninge, una cueva de piedra caliza en el sur de Sulawesi.
Se encontró entre los artefactos del pueblo toaleano, una cultura temprana de cazadores-recolectores en la región. Los restos son el primer esqueleto conocido de un poblador toaleano.
El estudio, que fue publicado en la revista Nature el miércoles, fue una colaboración entre investigadores indonesios e internacionales. La excavación comenzó en 2015.
"Esta es la primera vez que alguien informa sobre el descubrimiento de ADN humano antiguo de la vasta región insular entre Asia continental y Australia", dijo el viernes a la AFP Adam Brumm, arqueólogo del Centro australiano de investigación para la evolución humana de la Universidad Griffith en Brisbane y quien codirigió la investigación.
Brumm se refería a un área que se extiende desde Kalimantan y Lombok hasta el extremo occidental de Papúa, que los científicos conocen como Wallacea.
Los investigadores encontraron que la excavación fue particularmente desafiante porque el ADN se puede degradar fácilmente en el clima tropical.
"Es muy raro encontrar ADN humano antiguo en los trópicos húmedos, por eso es un descubrimiento tan afortunado", dijo Brumm.
El análisis del ADN reveló que la mujer era parte de un grupo de población relacionado con los papúes e indígenas australianos de hoy en día.
Sin embargo, el genoma también está vinculado a un linaje humano divergente previamente desconocido que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo.
La investigación desafía teorías anteriores sobre los tiempos de llegada de diferentes grupos de humanos a la región.
"Esto muestra lo poco que entendemos sobre la historia humana temprana en las islas Wallacea de Indonesia", señaló Brumm.