¿Qué es la bananafobia? El miedo poco común que padece una ministra
En el centro de una reciente polémica en Suecia se encuentra un tema inesperado: el miedo a los plátanos.
Paulina Brandberg, ministra de Igualdad de Género, enfrenta esta rara condición conocida como bananafobia, un trastorno que ha obligado a su equipo a tomar precauciones extremas para garantizar que la fruta esté completamente ausente de los lugares donde participa.
El asunto salió a la luz tras la filtración de correos electrónicos publicados por el periódico Expressen. En estos documentos, se detalla la meticulosa planificación de su equipo para evitar cualquier encuentro con los plátanos en reuniones oficiales. En uno de los intercambios, el personal de la ministra insistió en que “no debe haber rastros de bananas en la sala” y justificó la solicitud describiendo la reacción de Brandberg como una “fuerte alergia”.
Te puede interesar: Niña salvadoreña de dos años llegó sola a la frontera buscando a sus padres: Llevaba un papel en la mano
Te puede interesar: ¡Revolucionario! Así funciona el primer gran puente giratorio de doble hoja del mundo
Aunque el término “alergia” fue utilizado por cuestiones prácticas, la propia Brandberg ha reconocido públicamente su fobia y señaló que está recibiendo tratamiento profesional para controlarla. Este tipo de fobia forma parte de un grupo de trastornos denominado cibofobia, que engloba el miedo irracional a ciertos alimentos.
La bananafobia puede parecer peculiar, pero sus efectos son significativos. Según especialistas, las personas que padecen cibofobia pueden experimentar ansiedad severa,náuseas e incluso ataques de pánico al estar cerca del alimento que temen. Las causas suelen relacionarse con experiencias traumáticas o una intensa aversión sensorial al olor, textura o sabor del alimento.
Brandberg había hablado de su fobia en 2020 a través de una publicación en X en la que mencionó que consideraba su condición como “la fobia más rara del mundo”. Aunque eliminó el mensaje, la reciente controversia reavivó el interés público.
El caso ha generado un intenso debate en Suecia, oscilando entre la empatía y la burla. Mientras algunos ven en esta situación una oportunidad para reflexionar sobre la salud mental, otros critican lo que consideran una atención mediática desproporcionada.
El primer ministro, Ulf Kristersson, salió en defensa de Brandberg, condenando las burlas dirigidas a su condición. “Me molesta que una ministra sea reducida a una fobia y que se la ridiculice. Creo que la gente debería superarlo”, expresó en una declaración a la agencia de noticias TT.
Curiosamente, Teresa Carvalho, diputada socialdemócrata y portavoz de política jurídica, también admitió padecer bananafobia: “Puede que hayamos tenido debates difíciles sobre las condiciones laborales, pero en este tema estamos unidas contra un enemigo común”, escribió en X, mostrando su solidaridad con la ministra.
“La cibofobia puede parecer trivial, pero para quienes la viven, es una fuente constante de estrés y aislamiento”, explica un psicólogo consultado por Expressen. Este caso recuerda que incluso los líderes políticos, que suelen ser figuras públicas sometidas al escrutinio constante, no están exentos de lidiar con condiciones de salud mental poco comprendidas.