Anna Nicole Smith | El ascenso, caída y trágico final de la icónica conejita de Playboy
Su historia no solo capturó la imaginación del público, sino que mostró las complejidades y peligros de la fama.
Anna Nicole Smith vivió una vida que osciló entre lo extraordinario y lo surrealista, desde su modesta infancia en Texas hasta convertirse en un fenómeno de la cultura pop de los años 90.
Nacida como Vickie Lynn Hogan el 28 de noviembre de 1967 en Mexia, Texas, Anna Nicole soñaba con trascender su humilde origen. Criada por su madre, Virgie Arthur, tras el divorcio de sus padres, tuvo una adolescencia marcada por la lucha económica y las aspiraciones de grandeza. Su transformación comenzó cuando dejó la escuela secundaria, trabajó en un restaurante de comida rápida y, a los 17 años, se casó con Billy Wayne Smith, con quien tuvo a su primer hijo, Daniel.
Te puede interesar: Lyle Menéndez se separó de su esposa y estaría saliendo con una estudiante de 21 años
Te puede interesar: Quién es Axel Pons, el expiloto español que dejó todo para recorrer el mundo descalzo en busca de Dios
El punto de inflexión llegó en 1992, cuando apareció en la portada de Playboy como Vickie Smith. Su belleza exuberante y su parecido con Marilyn Monroe la convirtieron en un ícono inmediato. Hugh Hefner la nombró Playmate del Año en 1993, y su imagen se convirtió en sinónimo de glamour. Paul Marciano, fundador de Guess, quedó impresionado al conocerla y la convirtió en la cara de la marca, consolidando su lugar en la moda de los 90. “Para mí, ella era Anna, pero Anna Smith no sonaba bien, así que le pusimos Anna Nicole Smith”, recordó Marciano años después.
Con una presencia magnética y un físico impactante, Smith se convirtió en el símbolo de un ideal de belleza en una era dominada por la estética grunge. Sin embargo, mientras su carrera florecía, sus problemas personales comenzaron a gestarse.
En 1994, Smith se casó con el magnate petrolero J. Howard Marshall, quien a sus 89 años era 63 años mayor que ella. La relación provocó titulares y críticas. Smith insistió en que su unión era por amor, no por interés. “Él me sacó de un lugar terrible y se preocupó por mí y mi hijo”, declaró. Sin embargo, la muerte de Marshall en 1995 desató una feroz batalla legal por su herencia, llevándola incluso a la Corte Suprema de los Estados Unidos en 2006. El caso marcó un hito en la historia legal, mientras Smith luchaba por obtener una porción del patrimonio de 1,600 millones de dólares del magnate.
A medida que las demandas legales aumentaban, la salud emocional y física de Smith comenzó a deteriorarse. Sus apariciones en la televisión, incluida su participación en The Anna Nicole Show, expusieron su fragilidad. Escenas de una Smith errática, arrastrando las palabras y actuando de manera incoherente, se convirtieron en material de entretenimiento, pero también reflejaron un profundo dolor interno.
Su vida dio un giro aún más trágico en 2006. Tras dar a luz a su hija Dannielynn en las Bahamas, su hijo Daniel, de 19 años, murió en el hospital tres días después debido a una sobredosis accidental de medicamentos. La pérdida devastó a Smith, quien nunca logró recuperarse completamente.
El 8 de febrero de 2007, Smith fue hallada sin vida en un hotel de Florida. Tenía solo 39 años. La causa oficial fue una sobredosis accidental de medicamentos recetados. Su muerte dejó una profunda sensación de vacío en la cultura pop, pero también un legado lleno de lecciones sobre los peligros de la fama y el escrutinio público.