¡Amiga, date cuenta! El gaslighting gana terreno como táctica de manipulación

Isabela estaba feliz, había conocido un hombre encantador, guapo y que la llenaba de halagos y regalos. Pronto la relación se hizo más seria, pero por alguna razón cada vez que había alguna pelea o discusión, Isabela terminaba siendo la culpable, pese a que él parecía ser quien buscaba hasta la mínima excusa para hacerla sentir responsable por su enojo o frustración. Eventualmente comenzó a darse cuenta de que ella no era el problema, sino él, y con la ayuda de una de sus amigas, logró entender que se trataba de un tipo de abuso emocional y psicológico llamado "gaslighting".

Últimamente se ha dado etiquetas o nombres específicos para denominar algunas conductas de abuso psicológico entre las personas. Sin embargo, esto no quiere decir que no hayan existido sino hasta ahora, dado que la normalización de ciertos tipos de manipulación cada vez enciende más las alarmas entre los psicólogos que tratan la salud mental, que está directamente ligada a la salud emocional.

El famoso Gaslighting se hace presente como una de las conductas de manipulación más peligrosas entre parejas y para saber cómo prevenirlo e incluso no caer en su juego, primero hay que comprender por completo de qué se trata.

¿Qué es el Gaslighting?

El gaslighting traduce iluminación de gas, pero se le atribuye al tipo de abuso emocional en donde el agresor tiene como principal finalidad confundir a la víctima haciendo que esta cuestiones la validez de sus propios pensamientos, la realidad e incluso los recuerdos.

Consiste en negar la realidad, dando por sucedido algo que nunca ocurrió y presentando información falsa con el fin de hacer dudar a la víctima de su memoria y de su percepción

Es nocibo, perjudicial y altamente peligroso para quien lo sufre, debido a que la persona entra en una crisis de ansiedad y pierde la confianza en sí misma. Este tipo de abuso y manipulación se puede llevar a cabo en cualquier escenario; familiar, amoroso, amistoso e incluso laboral.

La personas que ejercen el gaslighting son personas abusivas, acostumbradas a relaciones tóxicas y con una conducta típica de quien padece de narcicismo.

Los sntomas del Gaslighting en quien lo está sufriendo son el malestar emocional: sentimientos de heridas, ansiedad, angustia, dolor en el pecho, entre otros. Adicionalmente, se le atribuyen otras características como:

1. Confusión emocional: sensación de estar perdiendo la cordura
2. Pensamientos de culpabilidad
3. Sentimientos errados de hipersensibilidad
4. Dudas y confusión sobre lo que sucedió
5. Sentimientos de culpa
6. Búsqueda ansiosa de explicaciones racionales ante conductas dañinas para justificar las acciones de la otra persona llegando a la empatía con su manipulación.
7. Sensación de querer reparar el daño que el otro efectuó
8. Impotencia frente a lo que se intenta hacer para resarcir el daño que el otro efectuó
9. Culpabilidad por tocar el tema
10. Confusión constante, dudas sobre sí misma
11. Justificación de los actos del abusador
12. Invalidación del dolor propio
13. Desconfianza de sí misma
14. Baja en el nivel de autoestima
15. Impedimento para ponerse límites a sí misma y así ponerle límites a los demás

Por lo anterior, el psicólogo mexicano Mario Naranjo recomienda identificar y hacer el proceso de aceptación de que se está sufriendo de gaslighting para poder tratarlo.

Una vez lograda la aceptación se debe acudir a un profesional en psicología que le brinde herramientas urgentes útiles para poder poner límites y alejarse de la persona manipuladora.