¿Miedo incomprensible a manejar? Podrías estar sufriendo de amaxofobia
Miedo a manejar
Dentro de los múltiples miedos que existen en la actualidad se ha popularizado un término que hace alusión a la fobia que tienen algunas personas frente al volante. Es decir, el miedo a manejar.
El término se ha acuñado en varios países, pero sobre todo en Argentina, ya que este representa un territorio en el que los accidentes automovilísticos son frecuente causa de muerte, por lo que la amaxofobia, o miedo a manejar, se ha propagado.
Por esta razón, Buenos Aires, capital de Argentina, cuenta con la EAM, que en sus siglas traduce Escuela Argentina de Manejo, y que cuenta con terapia para la amaxofobia.
¿Por qué surge el miedo a manejar?
Según los expertos en psicología: “La amaxofobia representa a la fobia o el miedo irracional a la conducción de cualquier tipo de vehículo, esta fobia puede aparecer en las personas por diferentes motivos, un accidente de tránsito en los que haya sido víctima, victimario o que simplemente haya presenciado, un accidente donde familiares o amigos estuvieron involucrados, la inseguridad, o simplemente al contexto de conducir un automóvil en la vía pública con tránsito real”.
Síntomas de Amaxofobia
Algunas de las reacciones corporales y emocionales que padecen las personas que están presentando amaxofobia, aunque no sepan que es eso lo que les está ocurriendo, pueden variar entre: ansiedad, ataques de pánico, agitación, sudoración, dolor en el pecho, fatiga, dificultades para respirar e incluso visión borrosa y náuseas, los cuales aparecen antes, durante e incluso después de que la persona esté al volante.
¿Cómo superar el miedo a manejar?
Por ello, en un intento para que las personas enfrenten su miedo con herramientas viables, los psicólogos argentinos promueven que se integre el tratamiento práctico/psicológico dentro de la enseñanza de conducción, con la finalidad no solo de que la persona aprenda a conducir, sino que sienta que se superó a sí misma en uno de sus miedos, lo que la hará subir su nivel de autoestima y tener mayor confianza a la hora de manejar.
Evitando la fragilidad emocional, niveles de estrés potencialmente altos, accidentes por depresión, ansiedad o pánico, esta terapia estaría contribuyendo en las personas a tener mayor responsabilidad en las vías.
Los psicólogos resaltan que esta fobia tiene cura, pero para tratarla es necesario hacerlo con expertos dentro de una “terapia de exposición”, en la que la persona se irá enfrentando, de forma progresiva, a situaciones de tráfico en las que la amaxofobia podría aparecer de manera repentina.