El republicano Marco Rubio reelecto al Senado por Florida
El ex precandidato republicano a la Casa Blanca Marco Rubio, de origen cubano, ganó este martes la reelección al Senado por Florida luego de una humillante derrota ante Donald Trump en las primarias.
Elegido por primera vez en el Senado en 2010, el dirigente de origen cubano de 45 años venció al representante demócrata Patrick Murphy, un defensor de causas medioambientales que no consiguió hacer sonar su nombre.
Canales de televisión ya pronosticaron su victoria y la División de Elecciones de Florida daba ganador a Rubio con 52,08% de los votos sobre 44,22% para Murphy, en 9,2 millones de votos escrutados de un total de 12,8 electores registrados.
En su discurso de aceptación, Rubio felicitó a Murphy por su campaña, dio gracias a Dios "su creador", a su esposa colombiana Jeanette y a las comunidades de Puerto Rico, Venezuela y Cuba.
"Y también quiero agradecer al pueblo de este extraordinario estado por darme otra oportunidad de seguir sirviéndoles en el Senado de Estados Unidos", prosiguió.
Florida "es una compilación de todas las cosas que nos convierten en la mejor nación de la tierra", añadió.
El exgobernador de Florida, Jeb Bush -hermano de George W.-, saludó a su correligionario en Twitter.
"Felicidades por esta gran victoria, @marcorubio! Florida Es clave para mantener el Senado", escribió.
La polémica Asociación Nacional del Rifle (NRA), que hace lobby en Washington para defender la enmienda de la constitución que defiende el derecho a portar armas, también felicitó al senador de Florida.
"¡Felicitaciones a @marcorubio, quien tiene el apoyo de la NRA!", escribió la organización en Twitter.
La victoria de Rubio en Florida era de esperarse, gracias su gran tracción entre los latinos y los blancos conservadores del norte del estado.
Murphy, además, era poco popular debido a su origen privilegiado y un escándalo respecto a sus retocadas credenciales académicas.
Rubio, quien habla perfecto español, se retiró en marzo de las primarias republicanas tras una humillante derrota en su estado frente a Donald Trump, quien llamaba a su competidor "pequeño Marco" y se burlaba de su abundante sudor.
A pesar de la telenovelesca carrera de insultos que empañó las primarias, Rubio apoyó al candidato republicano desde que decidió a última hora buscar su reelección como senador por Florida para defender la mayoría republicana en la cámara alta.
Su decisión fue muy polémica, sobre todo después de que otros prominentes republicanos sí se desligaron de Trump, pero mostró sus frutos.
"En la política uno tiene que tragar muchos sapos. Fue más que embarazosa su relación con Trump en la elección primaria y ahora también es embarazoso para él tener que apoyarlo", dijo Eduardo Gamarra, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de Florida.
Y solamente el voto hispano -que lo apoyaba incondicionalmente- no era suficiente para ganar. Necesitaba el voto blanco conservador del norte de Florida.
Por eso, con esta estrategia considerada indigna por sus detractores, Rubio consiguió seducir tanto a sus fieles hispanos como a los blancos republicanos que eligieron a Trump.