Papa Francisco llega a Cuba
La Habana, Cuba/A las 3:51 p.m. [Hora local de Cuba] aterrizó el avión del Papa Francisco en el aeropuerto José Martí de La Habana, Cuba, este sábado, 19 de septiembre de 2015.
Con un clima soleado y un cielo despejado arribó el pontífice a tierras cubanas, donde fue recibido por el presidente cubano Raúl Castro, el Cardenal Jaime Ortega Alamino y una delegación de niños cubanos quienes regalaron flores al máximo líder de la Iglesia Católica.
Sonriente y al son de una banda de música cubana, Francisco, dedicó unos cortos minutos para abrazar a los niños que fueron a su encuentro.
“Esta es la juventud de Cristo”, coreaban cientos de jóvenes que lo recibieron a la salida del aeropuerto en una amena ceremonia de bienvenida.
Un despliegue de honores militares, que incluyeron bandas de música y cañonazos, fueron parte de las actividades que organizó el gobierno cubano para recibir al Papa Francisco.
Castro, en su discurso de bienvenida, empezó agradeciendo al Papa por su visita.
“El pueblo y el gobierno cubanos lo reciben con profundos sentimientos de afecto, respecto y hospitalidad”, destacó Castro.
En la intervención del presidente cubano fue notable la denuncia contra el bloqueo impuesto por los Estados Unidos de Norteamérica y recalcó los logros de la revolución cubana en el clima de hostilidades impuestas por el país al que define como el gigante del norte y sus aliados.
Castro incluyó en su discurso palabras de agradecimiento para Francisco, por haber tenido un papel importante en el proceso de acercamiento con Estados Unidos.
“Hemos agradecido su apoyo al diálogo entre los Estados Unidos y Cuba. El restablecimiento de relaciones diplomáticas ha sido un primer paso en el proceso hacia la normalización de los vínculos entre ambos países que requerirá resolver problemas y reparar injusticias”, dijo el mandatario cubano.
Luego de sus respectivos discursos, tanto el Papa Francisco como Castro salieron del aeropuerto internacional y el pontífice se dirigió a la nunciatura cubana en medio de una caravana, siendo testigo del cálido recibimiento del pueblo de la isla en las calles.