La historia detrás del vuelo que impidió la cobertura papal

Santiago, Cuba/¿Alguna vez les ha pasado que les ocurran mil cosas malas en un solo día?. Es posible que ocurra y alguien diga que deben darse un baño en la playa para quitarse la sal de encima. Precisamente más de un periodista que cubre la visita del papa Francisco, debe darse ese baño. Les cuento que pasó.

Los caminos de la cobertura, nos llevaron muy temprano al aeropuerto José Martí de La Habana, para obtener un vuelo que a primeras horas de la mañana nos llevara hasta la histórica ciudad de Santiago de Cuba.

Todo era felicidad entre periodistas argentinos, norteamericanos, colombianos y nosotros los panameños. Habíamos logrando el tiempo perfecto para hacer chequeo y todo estaba listo para partir.

Cuando habíamos pasado los protocolos de revisión y estamos a la espera de que el vuelo saliera, una tenebrosa voz irrumpe en la sala de espera y nos indica que nuestro vuelo estaría cancelado hasta las 12:00 medio día.

En ese momento, la desesperación, la ira y la frustración se apoderó de los periodistas presentes y todos seguramente coincidimos en pensamiento. "Vamos a perdernos el principio de la visita del Papa a Santiago de Cuba".

Todo el mundo se nos vino encima. Las horas pasaban y llegó las 12 media día. El vuelo aún no salía, luego alguien grita entre la multitud que el vuelo pasaría para las 2 de la tarde.

La paciencia se había perdido con este nuevo anuncio, un grupo de corresponsales extranjeros empezó a moverse y buscar a un responsable de este asesinato a la cobertura del papa Francisco. Hasta que al fin aparece un sujeto que promete ser el salvador y dar solución.

La solución llegó para algunos, pero para el equipo de Panamá la espera se extendió hasta las 3:00 pm.

Cuando pensábamos que lo habíamos logrado, otra voz tenebrosa y portadora de malas noticias habla en el avión. "No podremos aterrizar en el aeropuerto de Santiago, porque el papa acaba de llegar".

Dimos vuelta en el aire por media hora, hasta que el capitán decidió llevar el avión a Holguin para cargar combustible. El retraso era mayor, ya Francisco había hecho y dicho de todo, pero nosotros solo éramos testigos de que nunca llegaríamos.

Lo bueno es que llegamos a la histórica Santiago de Cuba y estamos listos para cubrir y despedir a Francisco. Hoy nos damos un baño de sal.