Naviera Maersk se prepara para hacerse fuerte en el mercado latinoamericano
La naviera más grande del mundo, la danesa Maersk Line, tiene intención de aumentar su cuota de mercado en Latinoamérica y plantarle cara a la desaceleración económica que viven la mayoría de los países de la región, dijo a Efe un alto directivo de la firma.
"Latinoamérica es una de las regiones donde la industria naviera tiene más oportunidades. Queremos crecer aquí", reconoció en una entrevista en Panamá el nuevo presidente ejecutivo (CEO) regional del grupo, el paquistaní Omar Shamsie, que antes ocupaba un puesto directivo en Canadá.
El nombramiento de Shamsie forma parte de la estrategia que el grupo ha diseñado en una región que se encuentra en clara desaceleración económica, con unas previsiones de crecimiento para 2015 que no superan el 1%, y que se ha visto seriamente afectada por la ralentización de China, "uno de sus principales socios comerciales".
"En los próximos años no vamos a ver tasas de crecimiento de dos dígitos en América. Sí va a haber países que van a seguir creciendo, como México, pero hay otros como Argentina o Venezuela que están en apuros. Es muy importante para nosotros aprender a movernos en este nuevo escenario", explicó el nuevo CEO regional de la naviera.
Latinoamérica representa el 10% de la facturación total del grupo danés, que tiene cerca de 60 rutas marítimas y más de 600 buques navegando por todo el mundo, y que durante el primer trimestre de 2015 tuvo unos ingresos de 6.254 millones de dólares.
Para Shamsie, la crisis global ha ocasionado ciertos cambios en el modelo de negocio del transporte de contenedores y ha reducido considerablemente la duración de los trayectos.
"En la década pasada se veían muchos barcos en alta mar, trasladándose de un continente a otro. Ahora hay más movimientos intracontinentales. Y ahí es donde México tiene grandes oportunidades, porque muchas manufacturas están volviendo a ser fabricadas allí", afirmó el directivo en Panamá, en la sede regional de Maersk.
México ha sabido posicionarse como una alternativa a China en la elaboración y distribución de productos manufacturados y es, junto con Brasil, Chile y Colombia, "el país que tiene el mayor potencial de la región".
Sin embargo, ese potencial se puede quedar en nada si Latinoamérica no invierte en estructuras portuarias y en mejorar las conexiones entre terminales, advirtió el ejecutivo. De hecho, los barcos de Maersk que atracan en el hemisferio no son los más grandes del grupo, "porque los puertos no están acondicionados para ello".
Hace dos años la naviera danesa retiró del Canal de Panamá, que está a punto de culminar su ampliación y por el que transita desde 1917, dos importantes rutas marítimas y las trasladó al Canal de Suez, en Egipto, que permite el paso de buques más grandes.
"Nosotros nos movemos allí donde nuestras cuentas tienen sentido. De todos modos creo que no nos podemos permitir dejar de usar el Canal de Panamá", confesó el ejecutivo.
Shamsie, sin embargo, no quiso confirmar si el grupo aumentará el número de buques que transitan por esta ruta interoceánica cuando se inaugure el Canal de Panamá ampliado (actualmente lo cruza un barco al día), pero reconoció que este "nos da la posibilidad de ofrecer más servicios a nuestros clientes".
Los trabajos de ampliación, una de las obras de ingeniería más importantes de la historia moderna, comenzaron en 2007 con una inversión global de 5.250 millones de dólares, y al día de hoy tienen un avance total del 93%.
Por el Canal de Panamá ampliado, que estará terminado a principios de abril de 2016, podrán pasar naves que transporten hasta 12.000 contenedores, el triple de lo máximo permitido actualmente.
"Para sacarle rentabilidad a la ampliación se necesitan infraestructuras portuarias adecuadas que puedan absorber la carga adicional y buenas conexiones entre terminales. Panamá tiene la oportunidad de hacer todo esto y debería aprovecharla", recomendó el nuevo CEO regional de la naviera más grande del mundo.