Laos espera impulso económico con tren construido por China
Bangkok/Laos estrenará esta semana un tren de 6.000 millones de dólares construido por China con la esperanza de recibir un impulso económico, aunque expertos dudan del beneficio de un proyecto que obligó a desalojar a miles de agricultores de sus tierras.
La ruta de 414 km que se abrirá el 3 de diciembre, tomó cinco años en ser construida bajo la multimillonaria iniciativa china La Nueva Ruta de la Seda, que financia proyectos de infraestructura en el mundo para aumentar la influencia de Pekín.
Anouphon Phomhacsar un atribulado productor de fresas, espera que el nuevo ferrocarril ayude a levantar su negocio.
Su finca usualmente produce hasta dos toneladas de fruta por año, pero la pandemia golpeó duramente la cosecha de 2021.
Actualmente tarda de tres a cuatro horas para enviar sus fresas por carretera a la capital Vientián, pero espera reducir el tiempo a la mitad con el tren.
También espera que sea más fácil que los turistas viajen a acampar bajo las estrellas y recolectar fresas.
"En el futuro podrían venir decenas de miles de turistas extranjeros a la finca", dijo a AFP.
La ruta del tren conectará la ciudad china de Kunming con Vientián y hay planes para un tren de alta velocidad que baje por Tailandia y Malasia hasta Singapur.
Laos, un cerrado país de gobierno comunista y 7,2 millones de habitantes, tenía previamente solo 4 km de vías férreas.
Pero ahora tendrá trenes pintados de rojo, azul y blanco transitando a hasta 160 kmh, pasando por 75 túneles y 167 puentes con 10 estaciones de pasajeros.
Impulso económico
Pese a registrar solo decenas de casos de covid-19 hasta abril, la pandemia golpeó a la economía de Laos, que se contrajo 0,4% en 2020, el nivel más bajo en tres décadas, según el Banco Mundial.
Y la esperanza de una recuperación en 2021 desapareció cuando Laos se confinó al registrar 70.000 contagios en los últimos ocho meses.
El tren podría impulsar el turismo, el transporte de carga y la agricultura, según un informe del Banco Mundial, pero para ello el gobierno deberá adoptar reformas sustanciales.
"El nuevo tren es una gran inversión que tiene el potencial de estimular la economía laosiana y permitir al país aprovechar la ventaja de su posición geográfica en el corazón del Sureste Asiático", dijo a AFP Sombath Southivong, especialista en infraestructura del Banco Mundial.
El sector turístico espera con urgencia una recuperación luego de que la pandemia provocara una caída de 80% en el número de visitantes en 2020. En 2019, el país recibió a 4,7 millones de turistas extranjeros.
Jóvenes visitantes tomaban buses en Vientián para el trayecto de 4 horas hasta la capital aventurera de Vang Vieng, que con el tren se podrá hacer en una hora.
El poblado tenía fama de ser un sitio de fiestas en la selva antes de reconvertirse en destino ecoturístico.
Pero los kayak, balsas fluviales y tirolesas han estado sin clientes últimamente.
Inthira, un hotel boutique a orillas del río Nam Song, pasó de tener ocupación plena a recibir unos pocos visitantes locales los fines de semana, dijo el gerente general Oscar Tality.
Tality espera que el ferrocarril ayude a levantar el turismo.
"En el camino la gente podrá ver vistas magníficas de las montañas y cruzará puentes y túneles. Será un viaje maravilloso para la gente en el tren", comentó el gerente a AFP.
¿Elefante blanco?
Pese al optimismo local, algunos observadores temen por la viabilidad del proyecto a largo plazo.
"El tema para Laos es que su economía, su sector privado esté posicionado para aprovechar este sistema de transporte", dijo a AFP Greg Raymond, profesor de la Universidad Nacional Australiana.
Dos tercios de la población de Laos vive en aldeas rurales y el salario mínimo es de 116 dólares mensuales, por lo que una tarifa de 13,30 dólares para ir en tren de Vientián a la localidad fronteriza de Boten provocó críticas por ser demasiado caro.
"Cuando miras la yuxtaposición de este tren súper moderno y el campo por el que pasa, e constraste es muy grande. Uno se pregunta si la gente de Laos se va a beneficiar", cuestionó Raymond.
El proyecto obligó a 4.400 agricultores y pobladores a dejar sus tierras y muchos esperaron largo tiempo para recibir su compensación o recibieron montos insuficientes, dijo en un informe el Movimiento Laosiano por los Derechos Humanos.
"La compensación es muy baja. Si le piden a los pobladores a mudarse, ¿cómo van a comprar tierra nueva?", cuestionó el legislador Vilay Phommixay en junio en el parlamento.
Pero para otros es motivo de esperanza.
"Hay gran expectación... Es una fuente de orgullo para el pueblo de Laos", sostuvo Tality.