La inflación se desacelera en Brasil a 0,95% en noviembre
La inflación brasileña se ubicó en 0,95% en noviembre, la más alta para este mes desde 2015, fogueada por el sector de transportes debido al aumento de los precios de la gasolina, según datos difundidos este viernes por el instituto oficial de estadísticas (IBGE).
En octubre, la escalada de precios se había acelerado a 1,25%, cifra revisada al alza.
La subida acumulada en el índice de precios al consumidor fue de 10,74% en 12 meses -la mayor desde noviembre de 2003 (11,02%)- y de 9,26% desde enero.
El avance registrado en noviembre quedó por debajo de las proyecciones del mercado, ubicadas en 1,07% en la última encuesta Focus del Banco Central de Brasil (BCB) entre más de un centenar de consultoras e instituciones financieras.
"Siete de los nueve productos y servicios evaluados tuvieron un alza en noviembre", indicó el IBGE en su reporte mensual.
"La mayor variación (+3,35%) y el mayor impacto (0,72 p.p.) proceden de los transportes. La contribución de este grupo, individualmente, correspondió a cerca del 76% del índice del mes", agregó el IBGE en su reporte mensual.
El segundo sector que más incidió en el alza de precios fue la vivienda (1,03%), seguido de gastos personales (0,57%).
Las expectativas de inflación para este año relevadas en la encuesta Focus se elevaron a 10,18%, muy lejos del objetivo de 3,75%, y de su techo de 5,25%, establecida por el BCB.
La inflación erosiona los ingresos de las familias y afecta especialmente las más vulnerables, que destinan el grueso de sus ingresos a alimentos para subsistir. Las imágenes de personas revolviendo en la basura en busca de comida proliferaron en los últimos meses en Brasil.
El gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien buscará la reelección en 2022, incrementó en noviembre los pagos del programa de ayudas sociales Auxilio Brasil, sucesor del Bolsa Familia creado durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
Desde este mes el programa de Bolsonaro eleva la ayuda de un promedio de 224 reales (alrededor de 40 dólares) a una media de 415 (unos 72 dólares) hasta fines de 2022 y busca ampliar el número de beneficiarios de 14,6 millones a 17 millones en este país de unos 213 millones de habitantes