Huntsman, The: Winter'S War
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“Está escrito (en la Biblia): habrá plata pero no comida… pero creo que en realidad está pasando que hay comida, pero no plata”.
Así explica Santiago Pérez, un ciudadano común y corriente, su dilema con la comida: hay pero está cara. Tan cara que, dice, no siempre puede comer lo que quiere. O solía.
Esta vez se agobia por el tomate, el de la típica ensalada con lechuga, pimienta, sal y vinagre. La libra ha duplicado su precio con respecto a hace un par de años.
En la Gran Estación de Pueblo Nuevo, donde cuenta a TVN Noticias su queja, está también Reinaldo González, otro panameño que reconoce no comer ensalada “hace un año” por el precio del tomate.
“Lo encuentro a $1.75 la libra, cuando antes costaba $1.00 o $1.05”, dice. En realidad, en el Mercado de Abastos, la gran terminal de la comida popular de la ciudad, cuesta $2.25. Y entre más lejos un revendedor lo ponga en el mercado, más sube el precio.
“Para ganar algo debemos venderlo a $2.25”, explica el vendedor Nicolás Hurtado.
Ninnect Romero también es vendedora y tiene su versión. “Ahorita el tomate está un poco escaso, y por eso el de ensalada se vende a $2.25 la libra, y el de perita a $2”, dice.
La cosecha de tomates, que generalmente son producidos en Tierras Altas de Chiriquí, se vio afectada en noviembre del año pasado por el huracán Otto y a inicios de este año por un frente frío.