ICA cerró y no le pagó a 70 empresas que construyeron el Corredor Este
El Corredor Este, de $112 millones, no sólo padece por la falta de tráfico y la caída de la calificación de su deuda: ahora, un grupo de contratistas que trabajó en su construcción ha denunciado que ICA, la contratista de la obra, quebró, cerró y no les pagó $15 millones.
“ICA tuvo suficiente tiempo para trasponer de sus activos y nosotros quedamos quebrados y sin respaldo del Estado”, dijo Rogelio Dumanoir, vocero del movimiento de compañías a las que la constructora del tramo Brisas del Golf-Tocumen nunca les pagó.
En la lista hay 70 empresas, entre constructoras, ingenieros, servicios de abogados, topógrafos y herreros. Dicen llevar hasta dos años peleando por su dinero. Las cuentas van desde los $0.06 hasta $1 millón.
La clave del conflicto radica en una factura que ICA presentó a la Empresa Nacional de Autopistas (ENA), que administra los corredores Norte, Sur y Este, por cerca de $50 millones, en la que aduce sobrecostos todavía no explicados, y que ENA se ha negado a pagar.
“Al menos eso es lo que ha dicho ICA”, insistió Dumanoir en TVN Noticias. Para él, ante los ojos de los contratistas, “la relación ICA-ENA no es transparente”.
TVN Noticias reveló en una investigación esta semana que Maxipistas, una de las filiales de ICA que ha recibido contratos de mantenimiento, cobro y manejo de dinero en todos los corredores de la capital, recibe de ENA Sur, la concesionaria del Corredor Sur, $8 millones anuales.
¿A quién reclamarán?
Alma Guerrero es una microempresaria que lidera un negocio familiar de tornería. Su compañía le hizo trabajos por $60 mil al Corredor Este, y hasta el momento espera que la constructora le salde su deuda.
De ese monto, debe pagarle $30 mil a los bancos que le prestaron para comprar materiales para el corredor. Ahora ella es perseguida por sus acreedores. Todo por una deuda de la que ella no tiene culpa.
“Los intereses nos están matando”, reclama.
El gran problema es que ante la quiebra de ICA Panamá, los empresarios se quedan sin opciones de reclamo. Aun cuando tengan en sus manos las órdenes de pago que la compañía mexicana les firmó por sus trabajos.
Ítalo Fong, cuya empresa proveyó camiones cisternas a la obra del Corredor Este, asegura que reclamarán a ENA que se ponga de acuerdo con ICA “y nos saque de este problema”. “No vamos a descansar”, continúa.
Según el diario español El Economista, ante el riesgo de quiebra y frente a la crisis en la que han despedido al 54% de su plantilla laboral, todas las filiales de ICA han estado arañando en sobrecostes y peleando con la banca.
Ese medio se refirió en junio pasado a los “encontronazos” entre ENA e ICA: la constructora rebajó una cuenta de sobrecostos de $57 millones a $35 millones, pero la empresa de los corredores se trancó y sólo reconoció $2.5 millones.
Desde la empresa de los corredores han asegurado que se trata de un problema estrictamente de ICA.
Pero el grupo de empresas a las que ICA les adeuda lo ve desde otro prisma: “necesitamos amparo –dice Dumanoir-. Que el Estado nos auxilie”.
