Standard and Poor’s recomienda a Panamá cautela sobre la deuda
Economía en Panamá
Ciudad de Panamá, Panamá/Panamá tendrá que hacer los ajustes fiscales necesarios, ya sea a través de una reforma tributaria o la contención del gasto público, para evitar que el peso del pago de la deuda se lleve una porción cada vez mayor de los ingresos corrientes del Gobierno Nacional, si desea mantener su grado de inversión.
Esta fue la razón por la cual la calificadora de riesgo Standard and Poor’s redujo la calificación soberana de la deuda pública de BBB+ a BBB el año pasado, nota que fue confirmada este año, quedando dos renglones por encima del grado basura. Perder el grado de inversión significaría tener que pagar más por la deuda pública, que hoy costea tanto inversiones del Estado como sus gastos de operación, incluyendo la planilla pública, que asciende a alrededor de 240 mil funcionarios devengando cerca de $400 millones en salarios al mes.
El servicio de la deuda pública creció 61% en los últimos cinco años completos, llegando el Estado a pagar $4,869 millones en 2020. Esto debido, entre otras cosas, a la estrategia del Ministerio de Economía y Finanzas de apoyarse en el endeudamiento publico para responder a la crisis sanitaria y económica del covid-19.
La casa calificadora, según reporta un comunicado de Economía y Finanzas, también considera que la economía panameña podría estar cerrando el año con un crecimiento del producto interno bruto (PIB) en el corto plazo de alrededor de 5.5% y en el mediano, de 4.5%. Su predicción se basa en la construcción de infraestructura pública, los ingresos al Tesoro Nacional provenientes del Canal de Panamá —que para 2023 se estiman en al menos $2,600 millones— y el movimiento que debería generar la reapertura económica.
Adicionalmente, S&P contempló en su reporte que la mayor parte de la deuda nacional, un 81%, está sujeta a intereses fijos, algo que le podría favorecer al país en un ambiente global inflacionario, adicionando que una parte importante de los bonos emitidos no vencerá sino hasta después de una década.
Los economistas Fernando Aramburú Porras y Guillermo Chapman indicaron recientemente, en entrevistas distintas, que la situación social del país y el estado de las finanzas públicas ha llamado la atención de las casas calificadoras y que Panamá debe tener cuidado de no aumentar innecesariamente el costo de adquirir deuda, lo cual pondría en entredicho la capacidad del país de ejecutar una amplia recuperación económica.