Uruguay tiene el combustible más caro de América Latina
Un auto promedio puede cargar unos 40 litros de combustible, poco más de 10 galones. Para llenar el tanque en Perú se pagan 43 dólares, en Brasil 44, en México 33, mientras desde este miércoles cuesta 60 dólares en el país de América Latina con la gasolina más cara: Uruguay.
Muchos uruguayos despertaron este miércoles con una novedad largamente anunciada por los directivos de la petrolera estatal ANCAP, que tiene el monopolio para la refinación de petróleo en el país y establece los precios de los carburantes: las naftas y el diésel (gasoil), utilizado mayoritariamente por vehículos y maquinaria de trabajo para transporte de carga y pasajeros, tuvieron un aumento de 5% a 7%.
A modo de referencia, en lo que va del año el país acumula una inflación de 5,64%. En enero, ANCAP había rebajado los precios entre 3% y 5,5%, aunque en diciembre había aplicado un aumento impositivo previo sobre los combustibles.
El ente estatal tiene un sistema denominado "paramétrica", que en función de factores como el precio del barril de crudo y el dólar hace que se revisen los precios de los carburantes.
La decisión es adoptada desde la Presidencia de la República. El decreto que fijó los nuevos precios en la noche del martes lleva las firmas del presidente Tabaré Vázquez y de sus ministros de Economía, Danilo Astori, y de Industria y Energía, Carolina Cosse.
La suba es polémica en este país sudamericano importador neto de crudo, no solo por el gasto adicional que supone para familias, trabajadores y empresas, sino porque la estatal ANCAP registra un fuerte déficit.
La ministra de Industria explicó recientemente a la prensa local que casi la mitad de los 320 millones de dólares en rojo de la firma se deben a gastos adicionales por variación de tipo de cambio, toda vez que el crudo se compra en dólares.
En lo que va del año la moneda uruguaya se ha depreciado casi 13% en relación al dólar.
ANCAP había fijado su "paramétrica" considerando un dólar a 24,30 pesos (el miércoles el billete verde cerró a 27,75 pesos), y un barril a 60 dólares (el miércoles cerró a 56,56 dólares el barril de referencia en Londres).
El más caro de la región
Así las cosas, en un relevamiento realizado por las oficinas de la AFP en la región, surge que Uruguay tiene actualmente los combustibles más caros de América Latina.
El litro de la gasolina más barata en el país alcanzó con la suba decretada por el gobierno 1,57 dólares por litro. En tanto el diésel cuesta 1,42 dólares el litro.
Comparando estos valores se observa que incluso el gasoil, el combustible más barato que se comercializa en el país, vale más que la segunda gasolina más cara de la región, que se vende en Argentina a 1,32 dólares el litro.
En orden decreciente, la nafta regular medida en dólares por litro cuesta 1,57 dólares en Uruguay, 1,32 en Argentina (20% menos), 1,30 en Paraguay e igual valor en Chile; 1,25 dólares en Costa Rica, 1,17 en Nicaragua, 1,13 el litro en Perú, 1,1 en Brasil, Honduras y Cuba; 1,02 dólares en El Salvador, seguido por Panamá (0,90/l), Guatemala (0,85/l), México (0,84/l).
Completan la lista Bolivia con 0,54 dólares por litro, Ecuador con 0,35 y finalmente Venezuela, el país con las mayores reservas de crudo del mundo, donde la gasolina cuesta apenas 0,015 dólares el litro.
Críticas desde oposición y sector productivo
Desde sectores productivos altamente dependientes de los precios de los combustibles, como el agropecuario que constituye el motor de la economía uruguaya, las críticas no se hicieron esperar.
"Hay un ajuste fiscal encubierto, para cubrir la situación deficitaria de una empresa estatal monopólica como es ANCAP", dijo el presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Ricardo Reilly, en la local radio Sarandí.
El representante de la oposición política en el directorio de ANCAP, Diego Labat, quien votó contra el alza de precios, dijo a la AFP que el gobierno del Frente Amplio (izquierda), debería bajar costos en el Estado e incluso considerar una rebaja de impuestos a los carburantes para evitar subas que perjudican al sector productivo.
"El alto costo de los combustibles termina influyendo muy fuerte en la competitividad de las exportaciones uruguayas", sostuvo. Es un "impuesto implícito", concluyó.
Uruguay acumula siete meses consecutivos de caída de sus exportaciones de bienes.